El pasado mes de febrero, la secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, anunció el programa de becas para que egresados universitarios realicen tareas de apoyo escolar. Dicho programa ya se está debatiendo en la Mesa Sectorial. El programa consta de 22 millones de euros para contratar un total de 2.000 personas recién salidas de la universidad con notas medias por encima del 8, pero que no tienen por qué ser maestros, de tal manera que en muchos casos su formación pedagógica se reducirá a un curso online de dos meses de duración. Su cometido es realizar tareas de apoyo en los centros de primaria que tengan alumnado con necesidades educativas, durante 7 meses y cobrando 1.020 €.

El Ministerio de Educación basa su argumentación en lo que tilda como un problema grave de bajo rendimiento que empieza en primaria y que va empeorando con los años, y hace referencia a “la necesidad de establecer las medidas necesarias en las primeras etapas educativas, para diagnosticar y solucionar dificultades de aprendizaje que, si no se acometen de forma temprana, se consolidan y derivan en abandono educativo temprano y pobres resultados académicos”.

“Desde CGT no creemos que haya un problema grave de rendimiento escolar. Hay alumnado con necesidades educativas muy distintas y, a causa de las elevadas ratios y de los recortes, es difícil que reciban una atención individualizada adecuada. Por otro lado, para el diagnóstico de dificultades de aprendizaje y su solución no se puede contratar estudiantes recién graduados sin experiencia o incluso sin formación, por muy excelente que sea el expediente académico que tengan. Y máxime cuando en los últimos años se ha reducido plantilla en los centros con la correspondiente supresión de apoyos, programas de compensatoria, refuerzos y puestos de Pedagogía Terapéutica o Audición y Lenguaje”, comentan.

En CGT aseguran tener claro que ésta no es la solución. “Con los 22 millones de euros presupuestados le decimos a Wert que contrate especialistas en Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, Orientación así como Auxiliares Técnicos Educativos, Maestros de Infantil y Primaria y Enfermero/as o Fisioterapeutas”.

Además, finalizan: “No son soluciones difíciles. Hay que recuperar los puestos suprimidos, aumentar la plantilla de los centros, apostar por la estabilidad del profesorado, eliminar la tasa de reposición y sacar todos los puestos de trabajo en la oferta de empleo público. Ante el bajo rendimiento político y la necesidad de velar por los intereses de Educación nos preguntamos si habrá que contratar egresados universitarios para apoyar y reforzar el rendimiento de los políticos”, ironiza la CGT.

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