Esta madrugada del viernes al sábado era el momento del cambio en la normativa sobre la mascarilla. Y es que a partir de este sábado 26 de junio la mascarilla deja de ser obligatoria en espacios al aire libre, siempre que se cumpla con la distancia de seguridad.
De esta forma, las mascarillas dejan de ser obligatorias al aire libre siempre que se mantengan 1,5 metros de distancia personal. Una distancia que se mantendrá también en asientos de público asistente a eventos al aire libre y que permitirá prescindir de ella. Tampoco será obligatoria en reuniones de convivientes sin necesidad de distancia.
Estas novedades no significan el fin de la mascarilla, y los zamoranos lo saben. Por eso, durante las primeras horas con esta nueva normativa en vigor, la cautela ha sido la nota predominante entre los zamoranos. La Plaza Mayor y sus calles aledañas mostraban esta madrugada del viernes al sábado una imagen similar a la de cualquier viernes con la restricción de mascarilla. Un gran porcentaje de la población decidía llevar la mascarilla puesta aunque caminase en solitario a casa y también aunque la distancia entre el grupo de personas fuera suficiente.
“Me he acostumbrado a llevarla y creo que seguiré algún tiempo más con ella. No me molesta y como todavía no estoy vacunado, prefiero llevarla”, comentaba Santi, un joven zamorano que atravesaba la Plaza Mayor. En ese mismo aspecto, Carlos, de unos cuarenta años, reconocía el buen comportamiento de la sociedad zamorana: “No dista mucho de lo que se ha podido ver cualquier viernes o sábado por esta zona. La gente sigue llevando la mascarilla puesta, aunque a veces no esté del todo bien colocada”, sonreía. Por último, preguntada por el uso de la mascarilla, Lorena, que superaba la mayoría de edad por pocos años, confesaba que llevaba la mascarilla por comodidad: “Voy de un bar a otro y no me compensa guardar la mascarilla en el bolso y luego volver a ponérmela. Hay poca distancia y la mantengo puesta”.
En definitiva, que por unas u otras razones, gran parte de la población zamorana decidió mantener la costumbre de permanecer con la mascarilla puesta pese al fin de la restricción al aire libre, siempre que se cumplan los supuestos requeridos.
Hay que recordar que la mascarilla seguirá siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público, como centros de salud o colegios. También lo será en espacios cerrados abiertos al público como mercados o farmacias y en transportes públicos y privados complementarios de personas no convivientes de hasta 9 plazas. También lo será en eventos multitudinarios al aire libre de pie.