María José González Torijano se convertía en concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Zamora, en sustitución de Rosario Escudero, a finales de noviembre de 2015. González Torijano figuraba en el duodécimo puesto de la lista municipal de IU en las últimas elecciones municipales y accedía a la corporación municipal tras renunciar a ello otros tres candidatos que estaban por delante de ella en la lista. Después de casi tres años en el cargo, este martes 2 de octubre, la ya ex edil remitía un comunicado para asegurar que abandonaba su acta de concejala y por tanto dejaba el equipo de gobierno.
En las últimas horas se desvelaba que el motivo de esa renuncia tenía que ver con un caso de violencia de género ocurrido dentro del seno de su propio partido, IU Zamora. Así lo confirmaba la propia ex edil en un comunicado en el que reconoce haber sufrido estos hechos pero pide comprensión a todos para salvaguardar su intimidad.
“Es cierto que he vivido esta situación (refiriéndose a una caso de violencia de género), como tantas mujeres, por desgracia en este país. También es cierto que no he tenido el apoyo, ni a nivel personal, ni familiar, ni como concejal del Ayuntamiento de ninguno de los compañeros a los que informé de forma inmediata de la situación que estaba ocurriendo. Sobre todo porque una de ellas ocurrió durante la celebración de un acto oficial, con motivo de la celebración del día 8 de marzo (paradójico, ¿no?) y con la presencia de muchos de los concejales de la Corporación”, explica en el comunicado.
Y añade: “Ante esta falta de apoyo, cierto es, de un asunto familiar y privado, fui perdiendo poco a poco la confianza que me llevó a aceptar el cargo, puesto que ha sido una situación vivida muy larga, muy dura y difícil para toda mi familia, y ante el hecho de no tener ni una muestra de apoyo,de cariño o de interés hacia mí y los míos por la situación, una no puede seguir levantándose cada sesión plenaria a guardar dos minutos de silencio por las víctimas de violencia de género al lado de ellos”.
Además, lamenta: “Me consta que mi ex marido ha seguido acudiendo a las asambleas de IU, a los mítines y a las manifestaciones, junto con todos los demás compañeros sin ningún problema hasta el pasado mes de marzo (año 2018), que, efectivamente, se marchó de Zamora. Ante mi reproche el pasado lunes a Francisco Guarido, cuando le informé de mi intención de renunciar al cargo, la respuesta fue que habían actuado de forma correcta, como hubieran hecho con cualquier otra persona y que, respecto a mi exmarido,a un militante más no se le podía negar la entrada a las asambleas de IU, ya que yo (por motivos laborales) no acudía a ellas”, finaliza.