Cáritas Autonómica de Castilla y León ha conmemorado el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, celebrado cada 30 de marzo, con la campaña de sensibilización "El Tiempo de Ellas", una iniciativa que ha contado con la participación de las once Cáritas Diocesanas de la comunidad. El objetivo ha sido dar visibilidad a la labor fundamental, pero a menudo invisible, de las trabajadoras del hogar.
El acto central tuvo lugar el 27 de marzo en diversas localidades, donde se instaló un simbólico reloj de arena que fue dado la vuelta para representar la necesidad de reconocer el trabajo doméstico. En una parte del reloj se reflejaba el empleo visible y valorado en la sociedad, mientras que en la otra se simbolizaba el trabajo del hogar, a menudo oculto y sin el reconocimiento que merece.
Una semana de sensibilización y denuncia
Durante toda la semana previa, del 24 al 30 de marzo, la campaña también estuvo presente en redes sociales con el hashtag #DaleLaVuelta, donde se compartieron testimonios de trabajadoras del hogar y empleadores, visibilizando las condiciones de este sector.
Las cifras reflejan la precariedad en la que se encuentran muchas trabajadoras domésticas en España. Según datos de la Seguridad Social de 2023, el 95% de estos empleos son desempeñados por mujeres, y el 45% de ellas son migrantes en situación regular. Además, un número significativo de trabajadoras se encuentra en situación administrativa irregular, lo que las deja en una mayor vulnerabilidad.
Si bien en los últimos años se han conseguido avances como el acceso a la prestación por desempleo y el aumento del salario mínimo interprofesional, Cáritas ha denunciado que las condiciones laborales de las empleadas internas siguen siendo especialmente preocupantes. Muchas trabajan jornadas superiores a 40 horas semanales, permanecen disponibles las 24 horas y no cuentan con un salario acorde a su dedicación.
Reivindicaciones para un sector más justo
Desde Cáritas se ha insistido en la necesidad de mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras del hogar, exigiendo:
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Jornadas laborales dignas y descansos adecuados para las empleadas internas.
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Distinción entre tareas domésticas y labores de cuidado personal en la clasificación profesional.
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Incentivos para las personas empleadoras que faciliten la regularización del empleo doméstico.
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Mayor control por parte de la administración para garantizar el cumplimiento de la normativa laboral.
Cáritas ha reafirmado su compromiso con la defensa de los derechos de este colectivo y ha insistido en la importancia de seguir impulsando políticas que dignifiquen el trabajo doméstico y de cuidados. La campaña ha sido un paso más en la lucha por la justicia social y el reconocimiento de una labor esencial para miles de familias en España.
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