Así lo refleja el estudio realizado por FSC España, con el apoyo científico y técnico de expertos de las universidades de Alcalá de Henares y de Vigo, que ha concluido después de año y medio de trabajos.
El estudio de campo se ha desarrollado en dos pinares productivos certificados FSC, uno en San Martiño de Frades (A Coruña) propiedad y gestionado por Finsa S.A.; y otro en San Martín de Oscos (Asturias), propiedad de Roupar de Gestión S.L. y gestionado por Cerna.
Para su realización, los investigadores tuvieron en cuenta la experiencia previa de FSC obtenida gracias a dos proyectos anteriores sobre adaptación al cambio climático de los bosques españoles.
Además del daño en la producción forestal, el trabajo descubre que la pérdida de idoneidad del hábitat donde se asientan los montes influirá en el futuro de manera diferente según las distintas especies arbóreas implicadas.
Así, el pino marítimo, resinero o negral (Pinus pinaster) podría verse afectado tanto negativa como positivamente en toda la península Ibérica, siendo finalmente las ganancias de hábitat superiores a las pérdidas.
Justo al contrario que el pino silvestre (Pinus sylvestris), cuyo hábitat idóneo podría verse afectado muy negativamente en toda la península ibérica y en concreto en la región noroccidental bajo condiciones de cambio climático, con pérdidas de hábitats que oscilan entre el 46% y el 77% según los escenarios menos y más agresivos.
El riesgo asociado a la producción forestal e idoneidad del hábitat es igualmente diferente según las diferentes especies arbóreas. De este modo, se presenta leve para el pino marítimo, aumentando hasta moderado para el pino silvestre.
Por otro lado, el análisis realizado sobre el impacto, vulnerabilidad y adaptación de la industria asociada a la madera pone de manifiesto que el sector no solo es vulnerable a cambios en la producción de las especies, sino a otros muchos factores a escala global como la evolución del mercado, las condiciones socioeconómicas y políticas, las catástrofes naturales o las pandemias. Por ello, el estudio recomienda realizar un análisis conjunto de todos los factores para poder identificar los riesgos reales.
LA CERTIFICACIÓN FSC, HERRAMIENTA DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
La investigación también destaca el papel relevante de la certificación FSC como la herramienta "más eficaz" de adaptación al cambio climático, al mejorar la gestión de los bosques y dar confianza a los gobiernos, donantes, empresas y consumidores. La certificación FSC se confirma así como "un modo creíble y comparable de que la cadena de suministro de productos forestales colabora con la acción climática".
Además, la certificación forestal FSC permite desarrollar nuevas herramientas para evaluar el impacto de la gestión forestal en los servicios de los ecosistemas, incluida la captura y almacenamiento de carbono, conservación de la biodiversidad, servicios de cuencas, protección de suelos y servicios recreativos.
Por todo ello, y como demuestra este estudio, la certificación FSC "es una solución fiable para aclarar las incertidumbres del mercado ante la actual situación de cambio climático, comportándose como una clara vía de oportunidad para la industria forestal".
El estudio de FSC destaca la necesidad de proteger este tipo de masas forestales que cada vez van a ser más vulnerables debido a la emergencia climática, especialmente las de pino silvestre; y propone mantener estructuras forestales heterogéneas, con diversidad genética y estructural, fomentando la biodiversidad y optimizando la densidad arbolada, incluyendo desbroces que ayuden a reducir el riesgo de incendios.
Respecto a la industria forestal, algunas de las estrategias de adaptación propuestas consisten en incrementar los incentivos económicos, promover el desarrollo equilibrado del potencial de secuestro de carbono en productos de madera, ampliar las cadenas de valor innovadoras basadas en madera e impulsar la certificación forestal FSC.
El proyecto 'Técnicas de adaptación al cambio climático en la gestión forestal y la industria de la madera FSC' cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Fundación Biodiversidad, como línea de actuación prioritaria en el Tercer Programa de Trabajo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC).