El próximo domingo 21 de octubre se celebra el Domingo Mundial de las Misiones, o como popularmente se le conoce: Domund. Previamente, el día 20, los niños saldrán a las calles zamoranas con huchas del Domund desde la Iglesia San Andrés con el objetivo de la recolección de dinero.
Sólo en Zamora, en el año 2017, la diócesis recaudó en torno a sesenta mil euros a través de parroquias y colegios. A nivel nacional, España aportó alrededor de nueve millones de euros al Fondo Universal de Solidaridad de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, que en total recaudó por encima de los 84,7 millones de euros.
El 43% de la superficie terrestre, con aproximadamente el 45% de la población mundial, es para la Iglesia Católica territorio de misión: se trata de 1.100 territorios en los que la Iglesia es pobre, joven y con pocos recursos o madurez y requiere ayuda constante de la Iglesia universal. En la actualidad hay 12.000 misioneros españoles, de los que 118 son zamoranos y cada vez más laicos entre estos misioneros se reparten por 132 países del mundo, siendo Perú, Venezuela y Argentina los mayores receptores, explicaba este miércoles Montse Prada, delegada diocesana de misiones.
Este año, la campaña usa el lema 'Cambia el mundo' y ofrece un símbolo: el cubo de Rubik. En el cubo desmontado, cada movimiento puede parecer futil, pero, con experiencia y tenacidad, cada movimiento logra ser un paso que avanza hacia la resolución y la mejora.
Por su parte, Mateo Alejandro, misionero en una pequeña región de Colombia y natural de Casaseca de las Chanas reconoció que allí ha vivido sus mejores años. “Los misioneros han ayudado a que esa región se esté desarrollando poco a poco, hemos sido la voz de los sin voz, hemos tenido que negociar con el Gobierno, con las FARC… todo para que los habitantes vivieran en las mejores condiciones posibles”, explicaba, a la vez que invitaba a los zamoranos a participar en esta campaña y finalizaba reflexionando: “Cuando eres misionero dar cosas es importante, pero no es lo más importante, hay otras cosas como la simple presencia”, zanjaba.