La Semana Santa 2025 asoma la cabeza por Zamora. Su aroma ya se percibe entre las vías de la capital. Los reposteros ya lucen en el Ayuntamiento. Los estandartes de las cofradías que desfilarán por la ciudad presumen de sus colores y gestos simbólicos. La Semana Santa se percibe para los zamoranos como los niños la noche de Reyes; son días de ilusión, de emoción y de sentimientos que confluyen.
Esta agitación ya ha llegado semanas antes a los comercios locales de la ciudad, que se han tenido que multiplicar para dar servicio a los zamoranos que se han desplazado para tener 'atados' todos sus preparativos. Y si hay una vía bastante transitada estos días, es la calle del Riego. La histórica vía comercial zamorana ha visto cómo, a lo largo de la mañana y tarde, pasean por allí los zamoranos y visitantes que quieren adquirir sus preparativos de Semana Santa. Es el caso de Santiago Textil, donde David Genicio, con una sonrisa en el rostro, ultima los detalles con dos de sus clientes para un chaleco personalizado. "Ahora estamos haciendo mucho chaleco bordado y personalizado y todos los años introducimos un artículo.
También se venden mucho los pañuelos con los pasos, sudaderas y camisetas", sostiene David Genicio. La apertura de su histórica tienda, que se ha convertido en un símbolo para Zamora, lleva abierta desde 1949, cuando su abuelo abrió por primera vez una tienda que se ha mantenido en pie a lo largo de los años con soltura.
Para Santiago Textil, la Semana Santa es un "fuerte". "Da mucho trabajo, como todo, pero estamos muy contentos", apunta Genicio. La puerta de Santiago Textil se abre para recibir nuevos clientes que buscan un nuevo chaleco para bordar. Están siendo un éxito.
En cuanto al perfil de clientes, la tienda local trabaja con la provincia. Genicio afirma que, a lo largo de los años, la clientela de mayor edad ha ido descendiendo. "Nos ha ido faltando gente de los pueblos de toda la vida", asevera. Todo ello lo ha podido solventar con la personalización de productos con un valor especial de los pueblos de la provincia.

No se puede dejar pasar la oportunidad de preguntar cómo ha sido la evolución de esta histórica vía comercial. "La calle del Riego, como todas, no tiene nada que ver. Antiguamente paraban los autobuses aquí abajo y era la calle central de compras. Era este el eje y la costanilla la que daba a la Plaza Mayor y ahora solo quedan dos negocios", sostiene Genicio y subraya que el Riego, ha sido "por desgracia" una de las calles que han sufrido un cambio en la ciudad. "Intentamos compensar con nuevos artículos, con nuevas ideas y con nuevas formas de trabajar", lamenta Genicio. Santiago Textil siempre será emblema del bordado de la tradición.
Los manjares de la Semana Santa están en Pastelería Barquero
Unas cuantas puertas más abajo se ubica la Pastelería Barquero, referente de los dulces tradicionales que no pueden faltar en la Semana Santa zamorana. "Nosotros sí que notamos algo, porque viene gente de fuera", sostiene Mercedes Peñín, repostera de la pastelería. "Tampoco es el boom que tenemos en Navidad", subraya. A su izquierda hay una montaña de aceitadas colocadas con mimo, también amarguillos y no pueden faltar las cañas zamoranas. A su derecha están las almendras garrapiñadas y el rebojo zamorano. Todos ellos son los reyes de la Semana Santa.
Este incremento de clientes durante estos días previos a la Semana Santa se debe a que vienen personas de Madrid y de Bilbao a comprar las tradicionales garrapiñadas y, por supuesto, las aceitadas. Productos que, por sus sabores y texturas, llaman la atención. "Tenemos clientes de País Vasco que tienen la casa aquí, en Zamora, y vienen a pasar la Semana Santa, cargan su coche con los productos y se van", sostiene Mercedes. Asimismo, apunta que la afluencia de clientes se nota más los días menos apacibles. Esto es porque cuando hay buen tiempo, zamoranos y visitantes optan por las terrazas.

Por otra parte, Mercedes Peñín alza la voz para reclamar más oportunidades al comercio local. "Hay apoyo y se ha visto con los cromos de Semana Santa o los bonos, pero las instituciones deberían promocionarlo más. En Zamora hay un producto muy bueno, nosotros lo hacemos todo artesano y en pocos sitios lo ves", lamenta la repostera. Así, incide en esa mayor visibilidad. "Tienen que ayudar al pequeño comercio, porque los trabajadores somos los que estamos dando de comer. Hay que ayudar al comercio que trabaja", apostilla, lanzando un mensaje para una mayor promoción y apoyo económico.
El sabor de la Semana Santa
La Carnicería Melquiades experimenta un impulso en su comercio en esta época. "Los bares nos compran el jamón, el chorizo y el embutido en general. Es un apoyo bastante grande", explica Jonathan de la O, carnicero de una de las carnicerías más conocidas de la ciudad. En este periodo, el incremento en las ventas llega a ser del 30%.
El jamón de media curación es el producto que más se demanda en estos días. Esto se debe al Dos y Pingada, la receta que no puede faltar en estas fechas. En este sentido, Jonathan afirma que el secreto de que la Carnicería Melquiades siga en pie es por sus productos frescos de calidad. "La calidad no tiene nada que ver. La carne nuestra no es envasada, es fresca. Esta mañana hemos deshuesado la ternera y el cerdo lo matamos todos los días. Las alitas de pollo, los cachopos y las hamburguesas son nuestras, no son congeladas", asevera el carnicero. "Cuando compras un filete en un supermercado y cuando compras uno en una carnicería de barrio. La calidad no tiene comparación", apunta con rotundidad.
E insiste en que la supervivencia de su negocio es por el buen producto que se ofrece en comparación con los grandes supermercados. "Tienes de todo, incluso tenemos un queso que nos lo hacen para nosotros. La morcilla nos la hacen para nosotros. Gracias a la calidad, el nombre y el embutido que vendemos mantenemos el negocio en pie", apunta. Le llama la atención que a la carnicería llega gente de Vizcaya. "Te cogen el chorizo, el jamón envasado y ya se lo llevan al hostal para tenerlo guardado", sostiene. También entran por la puerta jóvenes que demandan su embutido.
La Carnicería Melquiades es uno de los establecimientos de cercanía que ha dispensado cromos de Semana Santa. "A la gente que le gusta la Semana Santa, lo tiene en cromos", asevera y añade que los bonos de comercio también son un impulso para que la gente se acerque a la carnicería. "Viene gente que va apurada a fin de mes y compra carne para Semana Santa y al menos lo puede disfrutar estos días", concluye.

Del bordado, al dulce y la carne. La calle del Riego es un escaparate del corazón comercial en Semana Santa. Los sabores de las tradiciones pasan por esta arteria que se une al corazón de Zamora. Fe y comercio se dan de la mano para sostener en pie a una ciudad que vive y se prepara para la semana más esperada del año.
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