Las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los coches nuevos vendidos en Castilla y León se situaron en 119 gramos por kilómetro recorrido el año pasado, lo que supone tres gramos más que la media del cierre del año anterior, según datos de la consultora MSI para la patronal de los concesionarios, Faconauto.
Faconauto atribuye este incremento a la caída en las matriculaciones de los coches diésel en la región, cuyas ventas se redujeron un 26,7% en 2018, suponiendo ya sólo un 34,3% de todo el mercado. En paralelo, ha habido un trasvase de compradores que han optado por la gasolina, tecnología que ha acaparado el 57,6% de las matriculaciones y que ha crecido un 28,6%.
Los motores diésel emiten hasta 20% menos de CO2 y el desplazamiento de la demanda del diésel a la gasolina tiene como consecuencia este incremento en las emisiones medias de los coches nuevos matriculados. Este hecho muestra, a juicio de Faconauto, que no se puede alcanzar la descarbonización de la movilidad sin que exista una neutralidad tecnológica.
Al mismo tiempo, para la patronal de los concesionarios, los Vehículos de Energías Alternativas (VEA) protagonizarán la movilidad del futuro, pero todavía no alcanzan la penetración esperada en el mercado. Así, en lo que va de año los eléctricos sólo han representado el 0,25% de las matriculaciones y los híbridos (gasolina/motor eléctrico) un 7,8%.
La llegada real al mercado de los VEA será también clave para lograr reducciones significativas de CO2 más allá de los niveles de 2020, pero pasa por la disponibilidad de la infraestructura de recarga. Al respecto, el liderazgo de las Administraciones Públicas para intensificar las inversiones en infraestructuras no está siendo suficiente, a pesar de ser determinante, como sí ocurre otros países de nuestro entorno.