Uno de cada tres médicos se siente agotado y/o deprimido, según una encuesta realizada por Medscape entre cerca de 20.000 doctores de seis países (Francia, Alemania, Portugal, España, Estados Unidos y Reino Unido).
Los médicos españoles y portugueses sufren estas dolencias en un mayor grado que los procedentes de otros países (47% y 43%, respectivamente), mientras que los de Reino Unido, Estados Unidos y Francia reportaron niveles de 32, 40 y 42 por ciento, respectivamente. Los doctores alemanes serían los que menos las sufren (21%). Y en lo referente a la depresión, uno de cada cuatro médicos en Alemania admitió sufrir esta dolencia.
Asimismo, el 25 por ciento de los médicos en Reino Unido consideraba que el impacto de esta dolencia era tan severa que contemplaban el abandono del ejercicio de la medicina. Por el contrario, la comunidad médica española mostraba una menor incidencia, ya que solo un 9 por ciento estaba considerando renunciar a la profesión.
La mayoría de los doctores señaló que el "descontento profesional" es el factor clave del agotamiento y la depresión, ya que la gran parte manifestó que estaban "muy satisfechos" con su vida personal, en valores que van desde el 50 por ciento en Portugal hasta el 65 por ciento de ellos en España.
En España, el factor más común que lleva a este desgaste es la "insuficiente compensación económica", Hasta el 56 por ciento de los médicos expresaron que el ámbito salarial era "un factor de estrés" que contribuía a su dolencia.
Los temas más comunes que provocan el desgaste profesional entre los profesionales médicos europeos y estadounidenses son las tareas burocráticas, con cifras que van desde el 47 por ciento en Reino Unido y España, hasta el 56 por ciento en Estados Unidos y Portugal. El exceso de horas en el trabajo (26% en España) o la falta de consideración de los organismos públicos y otros empleados hacia el ámbito sanitario son otros de los problemas.
En general, el 58 por ciento de los doctores aseguraron que no habían buscado ayuda para la depresión o el agotamiento, ya que los síntomas "no eran suficientemente graves" (46%), que estaban muy ocupados para abordarlos (33%) o pensaban que podrían manejar la situación sin ayuda profesional (38%).
Además, la gran parte de la comunidad médica manifestó que no hay programas contra el estrés o el cansancio en su lugar de trabajo, en rangos que van desde el 46 por ciento de los médicos en Reino Unido hasta el 84 por ciento en España.