Uno de cada cuatro casos de epilepsia se manifiesta antes de los 12 años; sin embargo, entre un 70 y un 75 por ciento de los casos en menores logra controlarse gracias un correcto diagnóstico y un tratamiento médico adecuado, según resalta la Asociación Española de Pediatría (AEP) con motivo del Día Nacional de esta enfermedad, que se celebra este viernes 24 de mayo.
"El 75 por ciento de los pacientes con epilepsia puede mantener bajo control la enfermedad si sigue las indicaciones médicas y una serie de recomendaciones que ayudan a evitar la aparición de crisis, como por ejemplo establecer patrones de sueño regulares que garanticen el descanso del menor. Esto no significa que los niños con epilepsia no puedan acostarse tarde algún día, pero les explicamos que idealmente deben tener un sueño regular e intentar que duerman las horas aconsejables para cada edad", explica el presidente de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), Ignacio Málaga.
Con el fin de ayudar a los padres de niños afectados a saber cómo actuar en el día a día y ofrecer una información tranquilizadora sobre la evolución de la enfermedad, la web 'EnFamilia' de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha elaborado, con la colaboración de la SENEP, una serie de artículos sobre la epilepsia.
A través de estos textos, los pediatras aclaran cuáles son los distintos tipos de epilepsia, si bien las recomendaciones generales son similares en casi todos los casos. "Además de mantener un sueño regular y suficiente, es conveniente llevar una vida lo más normal posible, similar a la de restos de niños de su edad, avisar al colegio de la condición del menor para que conozcan la situación y sepan reaccionar en caso de aparición de crisis y, por supuesto, evitar tóxicos como el alcohol", insiste el experto.
El doctor aclara la importancia de que los padres conozcan cómo actuar en cada situación. "En la consulta se les explica que deben tener cuidado en las situaciones más peligrosas en caso de crisis cerebral, por ejemplo, en la bañera, el mar o las piscinas. Igualmente, es preciso instruirles sobre la actitud a tener en caso de una convulsión, por ejemplo, jamás deben meter nada en la boca de su hijo si está sufriendo una convulsión", comenta.
"Tras la incertidumbre y el temor iniciales que puede provocar el diagnóstico, los padres tienen que saber que hay motivos para el optimismo, ya que en la mayoría de los casos, la epilepsia es una enfermedad controlable, y en muchos casos, curable. Con un correcto diagnóstico y la ayuda de los nuevos avances médicos, dos tercios de los niños con esta enfermedad se curan al alcanzar la adolescencia. El pronóstico a nivel global es bueno, aunque existe un porcentaje de pacientes que, a pesar de distintos tratamientos, continuarán presentando la enfermedad a lo largo de su vida", apostilla.