Uno de cada tres jóvenes tiene una anomalía cardiaca que puede causar una muerte súbita y en estos pacientes la práctica habitual de actividad física multiplica por tres el riesgo de fallecimiento. Por ello, los expertos aconsejan una revisión generalizada con electrocardiograma a los niños 9 o 10 años, sobre todo a los deportistas porque "al no saber que son cardiópatas aumenta el riesgo de muerte súbita".
Estas son las principales conclusiones del programa Cardiopredict, un programa de screening piloto que tiene como objetivo desarrollar un examen cardiovascular en adolescentes de 15-16 años con la intención de detectar anticipadamente anomalías cardiovasculares silenciosas, pero potencialmente letales y que se estima que puede prevenir hasta en un 90% las muertes provocadas por estas patologías.
Al respecto, la cardióloga y coordinadora del proyecto, Alicia Maceira, ha explicado, antes de presentar este proyecto, que aunque la muerte súbita no asociada a enfermedades coronarias es poco frecuente el 40% de los casos se produce en menores de 18 años.
Así, ha explicado que las cardiopatías son una patología progresiva y aunque sean congénitas, se nace con ellas, en los primeros años de vida no producen patologías y se van desarrollando. De hecho, la incidencia de muerte súbita es "muy, muy baja", pero luego aumenta a partir de los 15 o los 16.
Por ello, ha reclamado que se generalice la revisión cardiológica básica con una historia clínica y exploración y un electrocardiograma ya que "no supone unos costes muy elevados y pueden prevenir eventos". De hecho, ya hay países en que es obligatorio porque "la prevención" de la muerte súbita "es el diagnóstico antes de que ocurra el evento".
Al respecto, ha señalado que afecta más a chicos que a niñas y aunque se desconoce el motivo puede que esté relacionada con el hecho de que los niños realizan más deporte. No obstante, ha recalcado que la práctica de ejercicio "siempre, siempre" es beneficioso y a cualquier edad incluso a estos enfermos, pero en estos casos se debe seguir una actividad programada y supervisada.
En este proyecto se han dado charlas a más de 1.255 jóvenes de entre 15 y 16 años en la Comunitat Valenciana, Cataluña, y Madrid, de los que solo el 23%, unos 280 alumnos, se han sometido a las revisiones médicas del programa para evaluar su riesgo de sufrir eventos cardiacos, lo que indica "la poca concienciación" de los padres de esta patología, ha lamentado.
Los resultados de este primer grupo han desvelado que en torno al 2,5% de los adolescentes mostraron algún tipo de anomalía, por lo que fueron sometidos a otras pruebas específicas. Estas pruebas adicionales han permitido descartar falsos indicios, pero también confirmar cardiopatías no diagnosticadas y alteraciones genéticas que podrían ser significativas.
En concreto, de los siete niños que han sido sometido a resonancia cardiaca o genética se han encontrado tres cardiopatías, dos de ellas congénitas que habían pasado desapercibidas y una miocardiopatía no compactada.
Necesidad de formación
Además, de normalizar las revisiones esta proyecto también quiere concienciar sobre esta patología. Para ello, ya ha impartido talleres prácticos de reanimación cardiopulmonar en todos los centros escolares y clubes deportivos participantes, en los que se ha explicado a los niños cómo hacer maniobras de reanimación y el uso básico de los desfibriladores ya que una reanimación "bien hecha aumenta la supervivencia y disminuye las secuelas tras una parada". Por ello, aconseja también que los colegios impartan clases de reanimación como ya hacen otros países.
La presentación de Cardiopredict ha contado también con el testimonio de padres con hijos afectados por enfermedades cardiacas, así con la asistencia de Esther Piqueres y Baltasar Chacón, padres de exministra Carmen Chacón, diagnosticada de una cardiopatía congénita, que falleció el pasado 9 de abril de 2017.
Al respecto, la madre de la ex ministra ha lamentado que la administración "no está conciencia del problema de las cardiopatías silenciosas" porque "no suelen, no se ven pero son letales" y en este sentido ha destacado que gracias a estos proyectos "se están dando los primeros pasos reales para luchar contra la muerte súbita".