El Ayuntamiento de Zamora mantiene su convicción de ser un consistorio ‘rico’ en una ciudad que continúa desangrándose, como muestran los indicadores socioeconómicos. Así quedaba patente este jueves en la presentación de la liquidación del presupuesto de 2021 por parte del alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, y del concejal de Hacienda, Diego Bernardo.
Durante 2021, y según los datos oficiales presentados, los ingresos aumentaron hasta los 64,7 millones de euros, mientras que los gastos se quedaron en 54,1 millones. De esta forma, el superávit de 2021 rondó los 7 millones de euros. Hay que apuntar que el superávit no se calcula de la diferencia de ingresos y gastos, sino que también hay que añadir una serie de capítulos que en este caso hacen que el superávit ronde esos siete millones de euros. Así lo explicaba Diego Bernardo, que mandaba un recado a los técnicos municipales, incidiendo en que sus valoraciones son equivocadas, de forma que “hay capacidad de financiación” y “se puede seguir adelante sin subir los tributos”.
Hay que recordar que los técnicos municipales de Hacienda, sobre el presupuesto de 2022, decían: “Urge la adopción de medidas que reviertan esta situación, si lo que se pretende es evitar escenarios ya pasados y conocidos, como el que desembocó en el Plan de Ajuste 2012/2022, aprobado por acuerdo plenario de treinta de marzo de 2012, que como se recordará, precisó de sustanciales incrementos de los tributos municipales y considerables recortes de los gastos...”. Una reflexión que hoy Diego Bernardo ha vuelto a minimizar, en un claro descrédito a los técnicos del servicio de Hacienda.
Tras eso, Bernardo explicó que los ingresos en tres años se han incrementado en algo más de tres millones de euros “y subiendo solamente un tributo, el de circulación”; explicando esta subida en la “eficiencia” de la administración “para que todo el mundo pague los tributos”. Tras eso, habló de la vuelta a la normalidad pre pandemia en cuanto al ingresos de tasas, el aumento en las licencias urbanísticas y a las licencias de aperturas.
Sobre los indicadores socioeconómicos que siguen dejando a Zamora a la cola del país, Bernardo culpó a la Junta: “El problema de la despoblación no es Zamora, es Castilla y León. El PP no ha hecho nada al respecto en 35 años en la Junta de Castilla y León. La culpa es de la Junta no de Zamora” exponía. Un ataque a la Junta al que siguió otro, al hablar de la financiación regional hacia el Ayuntamiento de Zamora, dado que en los últimos tiempos ha descendido la cantidad en transferencias corrientes y han subido los fondos condicionados. Es decir, que la Junta sigue aportando dinero al Consistorio aunque condicionado a realizar una serie de actuaciones concretas. “Se quieren hacer la foto”, denunciaba Bernardo, que considera más justo que la Junta entregue el dinero al Ayuntamiento de Zamora para que el Consistorio lo gaste en lo que estime oportuno y así el Consistorio pueda hacerse la foto en solitario, pero con dinero de la Junta.
Sobre los gastos del Ayuntamiento, las mayores partidas van a personal, con 23,5 millones de euros, y a gastos corrientes de bienes y servicios, con 21,8 millones de euros.
Con todo esto, el ‘colchón’ del Ayuntamiento de Zamora sigue creciendo y el remanente de tesorería se dispara hasta los 45,7 millones de euros. Lo que evidencia que el Consistorio sigue siendo cada vez más rico en una ciudad que mantiene su sangría socioeconómica.
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