Cuando se cumplen veinte días desde que el pasado 28 de mayo se celebraran los comicios municipales, el Ayuntamiento de Zamora celebra este sábado su primer pleno con la constitución del nuevo equipo de Gobierno como punto de partida. Una constitución que, a esta hora, aún continúa siendo una incógnita y habrá que esperar a última hora de la tarde para discernir si finalmente hay fumata blanca y Francisco Guarido abandona esta tarde el consistorio ya de nuevo como primer edil.
Tras la jornada del 28M, el mapa político zamorano dibujo un escenario en el que Izquierda Unida aguantó el tipo y nuevamente fue la fuerza más votada, aunque, eso sí, perdiendo la mayoría absoluta con la que el equipo de Guarido manejó el Ayuntamiento durante la última legislatura.
Pese a ser la lista más votada y obtener diez concejales, necesita el consenso con otras fuerzas políticas para facilitar su investidura como alcalde en el próximo pleno. Desde un primer momento y tras la irrupción en el gobierno local de Vox y Zamora Sí, con dos concejales cada uno, y la subida del Partido Popular, con ocho, la llave para un gobierno de izquierdas en Zamora se escenificaba en la figura de David Gago, candidato del PSOE y que con unos resultados discretos obtenía tan solo tres concejales.
Tan solo unos días después de las elecciones, el 30 de mayo, Francisco Guarido anunciaba públicamente su ofrecimiento al Partido Socialista para conformar el gobierno del Ayuntamiento de Zamora. Un ofrecimiento al que el edil socialista respondía asegurando que ‘’nos necesitan para gobernar’’. El candidato socialista dejó clara su postura de no abrir la puerta a la derecha en la cámara municipal por lo que ambas formaciones estaban condenadas a entenderse bien sea a través de un pacto de gobernabilidad o mediante la abstención de los socialistas facilitando la investidura con la mayoría simple de Guarido.
Una vez Guarido se puso en contacto con Gago para trasladar la propuesta de manera formal, la formación roja celebraba una reunión de la que fuentes cercanas al partido aseguraban que el líder de Izquierda Unida había dejado claro que lo primero que quería era el ‘Sí’ de los socialistas y luego ‘’entrar a negociar’’. Desde entonces, llamadas y reuniones entre ambas formaciones sin que, por el momento, o al menos de cara al público, se haya producido un acuerdo que haga pensar en que los socialistas facilitarán la investidura de Guarido en el día de hoy.
Izquierda Unida ha continuado con su postura inicial de primero pactar y luego negociar mientras que los socialistas se han mostrado contundentes sabedores de que Guarido necesita de ellos para gobernar. ‘’Sinceramente no lo sé’’, eran las palabras de Guarido en el último pleno de la legislatura y en el que volvía a dejar clara su postura para con Gago. ‘’ Nosotros estamos siempre abiertos a que el grupo del PSOE entre, pero depende de ellos’’, señalaba.
Por su parte, el candidato socialista llamaba a la prudencia en pro de lo más beneficioso para la ciudad. También, dejaba claro que sería la militancia socialista la que tuviera la última palabra. Unas declaraciones herméticas que hacen imposible prever lo que sucederá en el pleno de esta tarde. A Guarido le vale con el sí o la abstención del PSOE para proclamarse alcalde, aunque por el momento se desconoce si Izquierda Unida gobernará en solitario con diez ediles o si el Partido Socialista entrará a formar parte del Gobierno.
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