El Servicio de Asuntos Sociales (SAS) de la Universidad de Salamanca ha puesto en marcha una campaña preventiva contra las agresiones (sexuales y de todo tipo) asociadas al consumo de alcohol y otras sustancias, dentro del contexto de las fiestas de los centros universitarios. El objetivo es apelar a la concienciación de los universitarios y profesores con el envío de información los días previos a la fiesta de cada centro y dentro de la programación de actividades que las delegaciones de estudiantes lleven a cabo.
Esta semana, con motivo de las fiestas de la Facultad de Medicina, se instalará una mesa informativa, mañana miércoles, de 11 a 13 horas, para sensibilizar en torno a esta campaña con la entrega de varios folletos. Además, en estos puntos de información que se instalarán en los vestíbulos de las facultades y escuelas durante sus festejos, habrá mediadores de salud sensibilizando y repartiendo el material propio que se ha elaborado desde el SAS.
La campaña también incluye un envío de correo masivo a todas las personas del centro universitario en fiestas con pautas básicas e información sobre las agresiones y el alcohol, además de proponer la difusión opcional de dos vídeos por parte del profesorado: "El sexismo también sale de fiesta: desmontemos mitos”, del Observatorio Noctámbul@s sobre la relación entre el consumo de drogas y los abusos sexuales en contextos de ocio nocturno; y "Una piña”, cortometraje de Rubén Guijarro presentado al 7º Concurso de Cortometrajes "Drogas: Tu punto de mira".
“Ayúdame, no abuses de mí”
Esta campaña del SAS contra las agresiones sexuales incluye en sus folletos el lema “Ayúdame, no abuses de mí. En las fiestas, respeta, cuídate y disfruta” para incidir en la importancia de que “ni el uso, ni el abuso del alcohol u otras drogas, justifican una agresión. ¡NO es NO!” o aconsejar que “si se presencia una agresión machista, del tipo que sea, no lo permitas”.
También se establecen pautas para las posibles víctimas de cualquier tipo de agresión, apelando a mantener la calma, retener la mayor información posible del agresor, acudir inmediatamente a urgencias de un centro sanitario o ponerse en contacto con el SAS, donde ofrecen de manera confidencial apoyo y asesoramiento.