La presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida y coordinadora de la Plataforma Sí a la Vida --constituida por más de 500 asociaciones--, Alicia Latorre, ha calificado de "tragedia" la entrada en vigor este viernes de la Ley de eutanasia porque ahora "España tiene legitimada la muerte no solo para los más inocentes antes de nacer, sino también para los que están en una situación difícil de dolor".
"Es una tragedia no solo para los enfermos que son los que van a matar, sino para España, una tierra grande y generosa, ejemplo de civilizaciones y que, sin embargo, tiene la muerte legitimada no solo para los más inocentes antes de nacer, sino también para los que se encuentran en una situación difícil de dolor en su vida o antes de la muerte; con el agravante de que se les están negando las ayudas que de verdad necesitan", ha lamentado Latorre en declaraciones a Europa Press.
Latorre ha defendido "la vida de todos de principio a fin y el derecho a recibir los cuidados que cada cual necesite para una vida y una muerte con la dignidad que toda persona merece".
"Eso nunca es equivalente a matarlos. Reiteramos nuestro compromiso para erradicar de nuestra España todo el mal que se está sembrando contra la vida humana", ha subrayado.
En este contexto, ha manifestado públicamente el compromiso de las asociaciones provida de seguir trabajando "por todas y cada una de las vidas humanas desde todos los ámbitos" y, en este sentido, y con motivo de su décimo aniversario, la Plataforma Sí a la Vida ha convocado una "carrera solidaria por la defensa de la vida" este domingo 27 de junio en Madrid.
El evento, organizado por la Asociación Deportistas por la Vida y la Familia --una de las asociaciones miembros de la Plataforma--, se desarrollará en formato tanto físico como virtual, y contará con música, lectura de manifiestos, entrega de premios y se guardará un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos.
También contarán con un testimonio de una madre, Michelle, que siguió adelante con su embarazo tras hablar con los 'Rescatadores de Juan Pablo II' en la puerta de una clínica de aborto.