Luz verde a las cuentas de Caja Rural de Zamora. Después de varios días en los que la entidad había celebrado las juntas preparatorias para ir eligiendo a los delegados de cada demarcación, este miércoles el Colegio Universitario de Zamora acogía la Asamblea General de Delegados que aprobaron las cuentas de Caja Rural de Zamora.
Unas cuentas “satisfactorias” a juicio del presidente Nicanor Santos, que repetirá cuatro años más en el cargo con una junta directiva que solo notará el cambio del secretario. A partir de ahí, tomaba la palabra Cipriano García, que también incidía en “un año especialmente satisfactorio” en el que la entidad ha crecido el diez por ciento. “Actualmente tenemos un volumen de negocio de 3.121 millones de euros, nuestro ratio de eficiencia es de 44,2, la solvencia es del 15,80 y la liquidez de fondos ronda los 700 millones de euros”, relataba Cipriano García, que insistía en que “las patas de la sostenibilidad están contrastadas con estos datos”.
Además, sobre el futuro, García se mostraba cauto pero reflejaba las ideas claras de la entidad: “La pretensión es la de seguir abriendo oficinas poco a poco y no cerrar en Zamora. Seguimos abriendo oficinas, incorporando cada vez más empleados a la plantilla porque nuestra filosofía es la cercanía a las personas, aunque tampoco nos quedamos atrás con las nuevas tecnologías”, exponía, a la vez que especificaba que la línea de crecimiento iría en León y Valladolid, al tratarse de provincias sin Caja Rural.
Actualmente Caja Rural cuenta con 47.000 socios, un beneficio neto de 16,5 millones de euros y 92 oficinas repartidas de la siguiente forma: 2 en Ourense, 16 en León, 7 en Valladolid y 67 en Zamora.
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