La aparición del cuerpo sin vida de Laura Luelmo el 17 de diciembre de 2018 confirmaba los peores presagios. Cinco días atrás, el 12 de diciembre, había comenzado la desesperada búsqueda en el entorno onubense de El Campillo por parte un amplio dispositivo formado por más de dos centenares de personas tanto de Huelva como de Zamora.
El 19 de diciembre, Bernardo Montoya, de 50 años y con un largo historial delictivo a sus espaldas, reconoció ante la Guardia Civil que había matado a la profesora zamorana, aunque meses más tarde cambiaba de versión y culpaba del crimen a su expareja.
Las últimas noticias al respecto se producían hace menos de dos meses, cuando para defender su postura, Montoya enviaba una carta al programa de Telecino “Ya es mediodía”, tal y como recoge el diario La Razón, en la que insistía en su inocencia: “Yo sólo soy culpable de trasladar el cadáver pero la verdadera culpable sigue ahí fuera y es Josefa. En el Alfa (Romeo) negro que cogimos tiene que haber 20 o 30 huellas de Josefa y seguro que hay alguna grabación de ese traslado”.
Además, Montoya sostiene que Josefa amenazó de muerte a Laura por celos: “En mi móvil tengo audios de Josefa en los que dice que quiere matarla, creía que yo le había dejado la casa y que me hacía favores”. También, para supuestamente dar credibilidad a sus palabras, en la carta incluye un dibujo, una especie de mapa, en el que indica supuestamente donde está el martillo que buscaban los investigadores y que nunca fue localizado.
Hoy, dos años después de su desaparición que derivó en el trágico suceso que conmocionó a la provincia y al país entero, continúa la instrucción a cargo de la titular del Juzgado nº 1 de Valverde del Camino, y todavía no hay fecha para la celebración del juicio.
Dos años sin Laura Luelmo: A la espera de juicio
Dos años después del trágico suceso que conmocionó a la provincia y a todo el país, todavía no se ha celebrado el juicio.
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