“Soy maestra de Infantil. Ahora sí puedo decirlo”. Con una sonrisa de oreja a oreja de muestra Ana Sánchez, una salmantina que en el pasado mes de junio logró pasar todas las pruebas de la Oposiciones del Cuerpo de Maestros en la especialidad de Educación Infantil y obtuvo una plaza apenas dos años después de terminar la carrera.
Ella, desde pequeña, siempre supo lo que quería hacer. “Ser maestra era mi única opción”, comenta, por lo que no dudó en comenzar a prepararse las oposiciones una vez terminó la carrera en 2017. “Sabía que no quería ir a ningún concertado ni a ningún privado, por lo que me decidí a opositar”, explica. Una decisión que tuvo más clara que nunca después de que Ángela Cabado, directora de Preparadores de Oposiciones en Salamanca y Zamora, le explicase cómo es el camino para lograr tan ansiado objetivo.
Fue en su último año de carrera “y cuando vi las opciones, la Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza de Salamanca y Zamora era la que más me encajaba”. Por ello, nada más terminar sus estudios, decidió acudir a la academia y comenzar a preparar las oposiciones. “Tenía muchas amigas que prefirieron hacer un máster, pero yo sabía que era un proceso duro y quise empezar desde el principio”. Después de dos años en la Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza, con diferentes preparadores, logró la tan deseada plaza.
“Nadie en la Facultad te prepara para lo que va a ser opositar, pero Ángela dijo desde el principio que era un proceso duro”
Ana recuerda que en la Facultad “nadie te preparar para lo que va a ser opositar, cada profesor enseña su asignatura y se va a su casa”. Solo uno de sus profesores le advirtió de qué podía ser un proceso duro “en el que te tocará irte de casa y pasar muchos años para poder volver”. Algo que Ángela sí les detalló desde el principio.
Lo que más le llamó a Ana del director de Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza es que “dijo que con 22 años había gente que había sacado la plaza”, pero también apercibió de que “era un proceso duro al que hay que echarle muchas horas. La gente salía diciendo que parecía que íbamos al ejército, pero es que es así”, cuenta esta maestra.
Ella ha tenido la suerte de que tanto su familia como su pareja le han permitido centrase en estudiar las oposiciones. Una preparación que comenzaba a las 7 horas de la mañana y terminaba a las 10 horas de la noche, cuando se acostaba. Entre medias, “muchas horas porque sabía que era lo que tenía que hacer y que tenía que organizarlo de la mejor manera posible”.
Lo primero que les explicaron en Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza de Salamanca y Zamora fue cómo funciona el proceso de opositar y la baremación, además de cómo son los exámenes. Después, empezaron con la preparación. “El primer año teníamos un docente para los supuestos, otro para los temas y, después, otro para la programación”. Ese primer año acudían cuatro horas a la semana que complementó con todo el trabajo en casa, además de consultar a sus preparadores todas las dudas que tuviera.
Ya el segundo año fue “un intensivo” de cuatro horas cada dos semanas. Dos cosas fue las que preparó en la Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza: la programación y los supuestos. Un punto “muy positivo” porque, como refleja Ana, “es donde puedes moverte y destacar, porque todo el mundo tiene los mismos temas”. Este aspecto fue uno de los que le enseñaron en la academia y, vistos los resultados, “tuvieron toda la razón”.
“Todos los preparadores de la Academia estuvieron muy pendientes de nosotros, y saber que tienes a alguien detrás que te apoya es muy importante”
Ana cree que el acudir a la Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza fue uno de los aspectos claves para obtener una plaza en las últimas oposiciones, ya que “puedes hacerlo por tu cuenta pero es muy difícil”. Principalmente porque en la academia los guían por el camino correcto y, además, “tanto Ángela como el resto de preparadores siempre han estado muy pendientes de nosotros”.
Algo fundamental porque “saber que tienes a alguien detrás que te apoya es muy importante, porque yo no sabía nada. Empiezas desde cero en leyes, con todo el temario… porque has visto parte en la Facultad, pero no como viene”, concreta.
En la Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza también les ayudaron a prepararse para los exámenes. “Los simulacros ayudan bastante, aunque cuando ves a tanta gente y te das cuenta de que compites contra todos ellos, te entra algo de agobio”, relata cuando recuerda el momento de las primeras pruebas. “Pero una vez dentro sabía lo que tenía que hacer, sabía lo que era y empiezas en cuanto dicen los temas para no perder ni un minuto”, tal y como había practicado.
Después llegó el momento de presentar la programación, algo que afrontó “muy tranquila, porque sabía que lo que tenía que hacer por la preparadora que he tenido, que es buenísima. Sabía que lo tenía bien y que lo dominaba”, destaca. No sólo eso, sino que recuerda que, tal y como les enseñaron en la Academia de Preparadores de Oposiciones para la Enseñanza, “ese es el momento en el que puedes demostrar que lo quieres y que lo quieres por ti, por vocación. Que lo que estás haciendo en esa programación es para que los niños aprendan y sean felices a través de ello”.
“Sigo sin creérmelo. Me acuerdo de cuando Ángela nos contó en la charla que, con esfuerzo, se puede conseguir”
Una vez salieron los resultados, Ana no daba crédito. “Si te digo la verdad, hoy por hoy sigo sin creérmelo. Es raro verte en una lista en la que hace dos años calculabas cuánto tenías que sacar para estar”, detalla impresionada. También admite que, una vez se vio dentro, se acordó del momento en el que Ángela les contó en la charla de la Facultad de “con esfuerzo, se puede conseguir”.
Por ello, a todos los graduados que acaban de terminar o que están a punto de hacerlo, Ana les recomienda “que empiecen desde el minuto uno a preparar las oposiciones”. Insiste que “siempre hay tiempo para sacar másteres, pero con los puntos de los cursos puede valer. Yo es lo único que tengo, los cursos, inglés y la nota media de la carrera”.
Una nota media que es muy importante, pese a que en la Facultad no se lo destaquen, pero no es lo único que cuenta. De hecho, reitera que “hay que saber que le vas a dedicar todo el tiempo del mundo. Y si tienes dos años, parece que está lejos pero acabas pensando el último mes que, si tuviera otro año, seguiría estudiando cosas”.
Este lunes, Ana acudirá a su puesto de trabajo, en Ponferrada. “Es algo que, desde que vi que tenía plaza, no me quito de la cabeza”, reconoce. También admite entre risas que le costará pensar que no está en prácticas “y que soy yo la que tiene que empezar a tomar decisiones sin que nadie me supervise, y decidir qué es lo mejor para unos niños a los que no conozco”. Un momento que Ana ve “con muchos nervios pero con muchas ganas”.
Así, para todos aquellos que quieran seguir los pasos de Ana, se puede llamar tanto al 923123558 o al 661211958. También se puede escribir a salamanca@preparadores.eu o entrar en preparadores.eu, o acudir al Colegio San José, en la avenida de la Merced, 52 -detrás de la Plaza de Toros en Salamanca-, lugar donde está la oficina. Muchos de los alumnos son de Zamora y sus alrededores. El horario es, en julio y agosto con previa cita, en septiembre, de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas; y, desde octubre, los viernes por la tarde y los sábados por la mañana, si bien se puede concertar cita previa en cualquier horario.
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