Desde la aparición de la COVID-19, la higiene y la limpieza se ha vuelto indispensable y se ha convertido en la mejor medida de prevención para evitar el riesgo de contagio, un cuidado que se debe extremar en el caso de la salud ocular. No en vano, en nuestro país, cerca de tres millones de españoles utilizan lentes de contacto de forma habitual, según un informe del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), lo que significa que el 8% de la población de entre 12 y 65 años debería extremar las medidas de higiene.
Pese a que no hay evidencia que sugiera un mayor riesgo de contagio de la COVID-19 por el uso de lentes de contacto o gafas, si es cierto que algunas de las secuelas de esta enfermedad han afectado principalmente a los ojos, con síntomas como: congestión conjuntival u ojos rojos, visión borrosa, sequedad ocular y hasta conjuntivitis vírica. Por eso, ahora que podemos salir y disfrutar de la “nueva normalidad”, el mantenimiento, limpieza y desinfección regular y adecuada de las lentillas juega un papel crítico y, lamentablemente, es en el que menos ponemos el foco.
El no llevar a cabo un mantenimiento adecuado de las lentes de contacto multiplica exponencialmente el riesgo de padecer infecciones de la superficie ocular. Y, a día de hoy, se alza como la mayor preocupación de los profesionales que se dedican al cuidado ocular y visual.
Según el CGCOO, además de la limpieza, lo importante es que se haga una buena desinfección de las lentes de contacto, es decir, que las lentes queden limpias y que además se eliminen los restos de conservantes y otras moléculas que pueden quedar en la superficie de la lente de contacto.
Seguir las recomendaciones de expertos reduce el riesgo de infección
Es importante que los usuarios de lentes de contacto sigan los consejos que los profesionales de la visión les explicaron el primer día del uso de lentillas y contar con los productos de limpieza higiénicos validados. Entre estos consejos destacan lavarse bien las manos antes de retirar las lentes o tocar el bote de lentillas, frotar y enjuagar las lentes antes de guardarlas en el estuche, cambiar diariamente el producto desinfectante de conservación del estuche de las lentes quincenales, mensuales o trimestrales, respetar el uso temporal de las lentes -si son diarias, utilizarlas solo durante una jornada- y si se padece conjuntivitis, retirar y desechar las lentes de contacto en uso y no volverlas a usar hasta que esté totalmente curado.
Todas estas medidas las deben de tener en cuenta también el 55% de la población española que usa gafas graduadas. Los expertos recomiendan limpiarlas con agua tibia y jabón si la persona que las lleva ha estado expuesto a secreciones respiratorias de otras personas o se han tocado después de palpar superficies contaminadas. Se aconseja evitar la limpieza con alcohol, acetona o disolventes ya que deterioran la superficie de las lentes.
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