Los nueve museos provinciales, de titularidad estatal y gestionados por la Junta de Castilla y León, son instituciones o centros de carácter permanente abiertos al público, y al servicio de la sociedad y su desarrollo, que reúnen, conservan, documentan, investigan, comunican y exhiben de forma científica, didáctica y estética conjuntos de bienes con valor histórico, artístico, científico, técnico o de cualquier otra índole cultural o natural.
La misión de todos estos centros, instituciones o instalaciones es la protección, estudio y comunicación de los conjuntos de bienes culturales que custodian, con fines de educación y disfrute de las mismas. El importe destinado al mantenimiento de estos centros museísticos, así como de sus filiales y anexos, para el que ahora se aprueba una inversión de 626.654 euros, tendrá vigencia desde julio de 2014 hasta junio de 2016
La exposición permanente de los museos es el vínculo fundamental con el público, la más visible y la más social. Mediante la exhibición, el museo plantea un diálogo comunicativo entre las colecciones y el visitante, con fines de educación y disfrute. La presentación permite, asimismo, ofrecer un discurso conceptual destinado a revelar el significado cultural de los objetos, según apuntan fuentes de la Administración autonómica.
Además, los museos tienen una función conservadora basada en su consideración como lugares de custodia de bienes pertenecientes al patrimonio cultural de Castilla y León, y sobre su responsabilidad en la transmisión tanto de los objetos como de la información asociada a ellos. Asimismo, desarrollan una función investigadora que permite progresar en las labores documentales de los centros, sentar las bases destinadas a publicar y difundir las colecciones de bienes, y fomentar las investigaciones realizadas sobre ellas, junto a la realización de estudios de público, además de mejorar la calidad científica y técnica de las presentaciones temporales o permanentes
La función de difusión está destinada a acercar el museo a la sociedad y abarca las acciones de apoyo comunicativo, así como el diseño y elaboración de las muestras permanentes o temporales, o los proyectos y programas educativos. Del mismo modo se centra en analizar y evaluar las expectativas y necesidades del visitante o usuario del museo así como realizar una investigación continua sobre sus métodos de trabajo y aplicar los resultados obtenidos a través de los correspondientes programas de actividad, según las mismas fuentes.