El sector hostelero de Zamora ha recibido en las últimashoras una noticia que, por esperada, no ha dolido menos. La suspensión de laSemana Santa, una de las fechas de mayor trabajo para ellos, ha apretado unpoco más la soga que rodea a uno de los mayores tejidos empresariales de la provincia.
“Se preveía”, reconoce Óscar Somoza, presidente de Azehos. “Dábamospor hecho que iba a pasar”, sentencia, recordando que “se estaba suspendiendotodo” y que la Semana Santa no parecía tener otro destino. Con un futuro negro,el dirigente de los hosteleros zamoranos sigue recalcando que se encuentran ala espera de “las compensaciones” y de “un rescate”. “Este sector económico hadado mucho a la economía de este país y está claro que la economía de este paísle tiene que retornar todo lo que ha dado durante 60 años”, insiste, denunciandoque por el momento les están dando “limosnas”.
“Muchas llegan tarde, muchas no llegan… No se puede seguiresperando más a que se compense o se rescate un sector”, subraya, apuntando queuna nueva serie de ayudas han salido hace poco y que se encuentra todavía enplazo para apuntarse, haciendo hincapié en que las que se vayan recibiendo “sevayan pagando” porque “la gente tiene necesidades”.
Teniendo en el punto de mira los tasas, Somoza reclamacolaboración con un sector que “necesita un rescate urgente de todas lasadministraciones” después de años de aportaciones a la economía del país. Y esque los hosteleros afirman que no entienden el cobro de determinados impuestos cuandono se ha podido trabajar, algo que califican como “absolutamente inaceptable”.
De momento, la noticia de la Semana Santa llega en medio deuna espera “tan larga que los ánimos ya van decayendo” y que obliga a algunoshosteleros a darse de baja de la asociación “porque no tienen para pagar la cuota”.Una realidad “absolutamente inaguantable” que provocará la desaparición de un 20y un 25% de la estructura empresarial del sector en Zamora.