De ser un punto con importante potencial turístico, a ser un nido de vandalismo. Las aceñas de Cabañales siguen mostrando una imagen dantesca con puertas rotas, ventanas inexistentes, cristales reventados, cables sueltos, basura en la zona, pintadas en las paredes, y un entorno que ahuyenta a los caminantes.
Hay que recordar que después de una inversión de dos millones de euros empleando fondos europeos, las aceñas de Cabañales se rehabilitaron y acondicionaron como centro de interpretación. Una rehabilitación que duró escasos meses ante la falta de mantenimiento. Motivo por el cual varias formaciones políticas denunciaron la dejadez del entonces equipo de gobierno liderado por los populares. Incluso, el PSOE amenazó con llevar el tema a los estamentos europeos.
Con la llegada del nuevo equipo de gobierno al Consistorio hace más de tres años, las aceñas de Cabañales parecían una prioridad, pero la situación sigue deteriorándose. Hace justo un año, en agosto de 2017, el concejal de Turismo, Cristoph Strieder, lamentaba el estado de este enclave turístico aunque reconocía que dada su degradación ya no podía sufrir más robos. Además, recordó la puesta en marcha de un plan para rehabilitar esta zona situada en la margen izquierda del Duero que se había presentado en mayo de 2017.
Siete meses después, Patrimonio autorizaba la actuación sobre las aceñas de Cabañales y desde entonces han pasado cinco meses más, sin que de momento se ponga remedio a una agonía constante de un lugar que guarda parte de la historia de cómo era la ciudad hace años. No obstante, sobre el papel la idea de la rehabilitación sigue adelante a través del ya mencionado proyecto Flumen Durius.
El proyecto está financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y cuenta con un presupuesto conjunto de 1,7 millones de euros, de los que 434.000 corresponden al Ayuntamiento de Zamora. Dentro de la ejecución de este proyecto, se encuentran varias acciones, entre ellas la recuperación de los ingenios hidráulicos de las aceñas de Olivares, el arreglo interior de las aceñas de Cabañales y la señalización y divulgación de la ruta zamoranos de los molinos.
Queda esperar, por tanto, para ver en qué momento los vecinos de la zona y turistas pueden disfrutar de este punto de la ciudad que, al igual que las aceñas de Olivares, tienen mucho que mostrar a los ciudadanos.