El 8M llegó a Zamora, concretamentea la plaza de la Constitución, a las 12:00 horas. En ese momento, un grupo demujeres comenzó a colocar diversos espacios, entre los que descataban los carteles sobre mujeres relevantes a lo largo de la historia, la creación de pancartas ycarteles, otro para hacerse fotos bajo el lema ‘We can do it' o, incluso, la pintura con tizas en el suelo de la propia plaza.
Posteriormente, a las 13:30 horas,y ya con un grupo mayor con la llegada de curiosos y de alrededor de media centena de personas inmersas enlas actividades, se procedió a leer un manifiesto en el que se recalcó que lacifra de víctimas de violencia de género es de 1.046 desde el año 2003, momentoen el que se empezaron a contabilizar los casos, así como de la importancia dela figura de la mujer en tareas como los cuidados o su presencia en trabajosmal remunerados.
Aquí, el comunicado completo:
De nuevo este 8 de marzo las mujeressalimos a las calles y plazas del mundo para recordar que la lucha delfeminismo sigue en pie, más viva y necesaria que nunca, y más diversa también,porque se enfrenta a numerosas formas de opresión, que actúan y seinterrelacionan entre sí, creando un perverso sistema de discriminaciones. Lavida de las mujeres continúa marcada por las desigualdades; son tantos losderechos que se vulneran, que no es posible mirar para otro lado mientras labrecha de género se va haciendo más y más profunda.
Comenzando por lo más urgente, las violenciasmachistas desde que hay datos (2003) han acabado con la vida de 1.046 mujeres,una cifra incompleta ya que se invisibilizan otros asesinatos fuera de lapareja, pero que refleja una forma brutal de dominación que continúaasesinando, violando y oprimiendo muchas vidas. La raíz hay que buscarla en unaeducación machistapatriarcal y sexual, basada en el “objeto de poder” yen una educación emocional pobre o inexistente.
Pedimos que se garantice la protección de las mujeres con la completaratificación del Convenio de Estambul y que se dediquen recursos para combatirla violencia de género, también en prevención y sensibilización social.
Las mujeres queremos ser dueñas de nuestros cuerpos y que se garanticen losderechos sexuales y reproductivos, independientemente de la edad o identidadsexual, y una educación pública que incluya la perspectiva de género,antirracista y antixenófoba. Es preciso luchar contra la trata con fines deexplotación sexual, contra los vientres de alquiler, que suponen unamercantilización del cuerpo de la mujer, y asegurar los derechos a los gruposque experimentan discriminación y vulnerabilidad:mujeres condiscapacidad, emigrantes, LGTBTIQ+, etc.
Los recortes sociales y la crisis delsistema capitalista están profundizando la división sexual del trabajo y denuevo somos las mujeres las que sufrimos directamente las consecuencias,realizando los trabajos más precarios y peor remunerados, con contratosparciales y una brecha salarial que supera el 30 % y es mayor aún en el caso delas pensionistas.Las tareas de los cuidados, sin retribución a pesar delenorme valor económico que representan, son invisibles y asumidos en su mayoríapor mujeres, ya que la corresponsabilidad de los hombres y del Estado está muypoco asumida.
Necesitamos una transformación social, quetenga en cuenta la perspectiva del movimiento feminista, proponiendo otra relación con la sostenibilidad de lavida humana y el resto de especies. No existimos sin las otras formas de vidaanimal o vegetal, ni tampoco sin la tierra, porque somos seresecodependientes.
La crisis climática y la privatización de recursos esenciales como la energía,el agua, el aire o los alimentos afecta cada día más a una buena parte de lapoblación, y desde luego a las mujeres que son las que gestionan laeconomía doméstica de numerosos hogares y cuidan de los más vulnerables: reciénnacidos o ancianos.
Reclamamos un cambio en la vida cotidiana,en la organización del tiempo, en la estructura del consumo y de la producción,y por supuesto un cambio de valores, que defienda lo común a través del apoyomutuo.
Creemos, en definitiva, que elfeminismo puede contribuir a alumbrar una verdadera transformación social.