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El 85% de los médicos de Castilla y León ve insuficientes los recursos y la mayoría quiere volver a la consulta presencial

La encuesta del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León recoge que el nivel de desmotivación entre los profesionales ha aumentado significativamente tras la primera ola.

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El 85,6 por ciento de los médicos considera que los recursos durante la pandemia han sido insuficientes y la mayoría quiere que las consultas sean presenciales, solo un 9,2 por ciento no lo ve imprescindible, según refleja una encuesta realizada por el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León.

La encuesta se dirigió a los médicos de la Comunidad y fue distribuida en las nueve provincias de Castilla y León. La participación fue similar en todas, excepto en Valladolid que fue menor. De los 903 encuestados se validaron 888, el resto se descartó porque no reunía los criterios preestablecidos. Se realizaron 40 preguntas con respuestas múltiples, agrupadas por diferentes temas relacionados con la calidad, seguridad, recursos, satisfacción, propuestas y otros parámetros cuantificables, informa en un comunicado.

Según datos de la encuesta, el 85,6 por ciento de los médicos considera que los recursos materiales fueron “algo o muy poco” adecuados y solo un 5,3 por ciento que fueron los adecuados; el 61,2 por ciento piensa que la dotación de RRHH fue “muy poco o nada” adecuada, habida cuenta que los MIR de CyL que terminaban apenas fueron contratados y con contratos precarios, a pesar de los dicho anteriormente por la consejería de Sanidad.

En relación con el número de pruebas frente al coronavirus realizadas a la población, el 70,3 por ciento opina que fueron insuficientes; solo el 4,8 por ciento de los encuestados percibió que en todo momento tuvo equipos de protección; el 90,2 por ciento considera que son necesarios más medios humanos y materiales para poder abordar el futuro de una nueva ola pandémica.

El 94,7 por ciento entiende que ha existido una repercusión negativa en las consultas y un 82,7 por ciento asegura que no se ha podido dar una asistencia adecuada a los pacientes. El deterioro de las condiciones laborales es evidente y lo manifiesta el 87 por ciento de los profesionales, sin que por ello vean necesaria una gratificación (81 por ciento).

Por otro lado, la mayoría de los profesionales presentan desmotivación después de la primera ola de la pandemia, al menos el 85,9 por ciento opina que están “algo peor o mucho peor”. El 59,2 por ciento manifiesta que la actuación de la Consejería respecto a la sanidad privada ha sido “muy poco o nada adecuada”. Casi un 70 por ciento cree que la asistencia prestada a las residencias y los protocolos e instrucciones recibidos han sido insuficientes (67,3 por ciento).

La incentivación de puestos de difícil cobertura es prioritaria para un 93,4 por ciento de los encuestados. Además, creen que la pandemia ha puesto de manifiesto la situación precaria de los profesionales que opinan que ha habido un empeoramiento de la calidad asistencial en los últimos 10 años (70,1 por ciento), por lo que sería necesaria una reforma sanitaria sobre todo en Atención Primaria.

Conclusiones

Como conclusiones, se recoge que no mejora la percepción de la actuación de la administración sanitaria tras la primera ola. Los profesionales consideran que las pruebas realizadas a los sanitarios han sido insuficientes.

Existe una opinión mayoritaria de que la COVID-19 ha tenido una repercusión negativa en el trabajo de los médicos, afectando a la calidad de la atención a los pacientes y a sus propias condiciones laborales.

A nivel personal, la encuesta pone de manifiesto que el nivel de desmotivación entre los profesionales ha aumentado significativamente tras la primera ola.

A la hora de juzgar la actuación de la administración sanitaria, más de la mitad de los encuestados consideran que la gestión de la sanidad privada y las residencias no ha sido adecuada. En cuanto a estas últimas, hay un elevado consenso en que el SACYL debe de atender las residencias en colaboración con los profesionales contratados por estas empresas. Además, estos profesionales deben de tener acceso a la historia médica de los residentes y a las recetas.

Destaca que muy mayoritariamente los médicos tanto de hospitales como de primaria, quieren la consulta presencial, por ser la que garantiza mayor calidad y seguridad para los pacientes y profesionales.

Para mejorar la situación, se propone la incentivación de los puestos de difícil cobertura y la mejora de los MIR; la eliminación de contrataciones de médicos sin especialidad o no homologados y el acceso por méritos profesionales a los puestos de gestión y coordinación y no por libres designaciones.

En definitiva, la encuesta ha evidenciado que la COVID-19 ha ahondado en los problemas que la profesión médica viene arrastrando durante años, siendo necesario más que nunca tomar medidas ante la desmotivación, la sobrecarga asistencial y la escasez de médicos en nuestra región, sobre todo con una reforma en profundidad de la Atención Primaria.

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