Las familias de hoy en día están más ocupadas que nunca; compatibilizar los trabajos con el cuidado de los niños y la casa provocan que las jornadas sean cada vez más largas y las agendas estén repletas de actividades. Por eso se hace necesario encontrar un momento para compartir y conversar, que suele ser el de la cena, en el que padres e hijos comentan lo que han hecho durante el día. Así lo piensa el 55% de los castellanos y leoneses, frente al 26% que comparten mesa por norma de la casa, según el estudio ‘Cenas en familia’ elaborado por la consultora independiente Toluna Analitycs, a nivel nacional, para Bonduelle.
Beneficios de las cenas en familia
El 100% de los castellanos y leoneses encuestados cena habitualmente en familia. Están de acuerdo en que es el mejor momento para transmitir valores y enseñar buenos hábitos alimenticios a sus hijos. Los expertos coinciden en que sentarse a la mesa todos juntos conlleva una serie de beneficios. A este respecto, los castellanoleoneses consideran que favorece el vínculo familiar (67%), fomenta buenos hábitos alimenticios (29%) y, además, enseñan a sus hijos buenos modales y cómo comportarse en la mesa (19%).
Los castellanoleoneses suelen conversar en torno a la cena. Así lo explica el 92,75% de los encuestados. ¿Los temas? Las conclusiones revelan que la cena es un buen momento para hablar sobre los estudios (75,36%), los planes previstos para el día siguiente (53,62%), temas banales (47,83%) o el trabajo (33,3%). Los castellanoleoneses también suelen ver la tele (42%) mientras cenan.
Hábitos y rutinas: imprescindibles a la hora de cenar
En el momento de sentarse a la mesa los castellanoleoneses parecen tenerlo claro, un 86,96% de los encuestados reconoce establecer una serie de normas a la hora de cenar, frente al 13,04% que no lo considera necesario. Intentar que los niños mantengan una buena conducta en la cena no es fácil pero hay que intentarlo. El 75% de los encuestados considera como requisito fundamental dejar el móvil fuera de la mesa, seguido de los que abogan por no levantarse antes de terminar (63,33%), evitar los aparatos de música y tablets (55%), y tener la televisión apagada (40%).
El estudio evidencia que los castellanoleoneses no se ponen de acuerdo en la hora de la cena: el 39,13% lo hace entre las 20:00 h y las 21:00 h; un 56,52%, entre las 21:00 h y las 22:00 h y un 4,35 entre las 22:00 y las 23:00 h. Durante el fin de semana no hay apenas cambio: más del 50% (53,62%) cena entre las 21:00 h y las 22:00 h.
Por otro lado, cenar en familia ayuda a desarrollar una serie de hábitos y rutinas, asociados a este momento, en los niños. Lavarse las manos antes de cenar (un 81,16%) y los dientes después (casi un 72,46%) son las principales actividades que los niños relacionan con el momento de cenar. Le siguen ayudar a poner y quitar la mesa (un 53,62%) y recoger la cocina (26,09%).
Cenar en familia, sinónimo de alimentación saludable
El estudio vincula las cenas en familia con hábitos alimenticios más saludables. Y es que casi un 70% de los encuestados afirma que los lácteos como queso y yogur no pueden faltar en sus cenas, seguidos del pescado (44,93%) y la fruta (42,03%). Por tanto la evidencia sugiere que los niños que cenan regularmente con sus padres siguen una dieta saludable y equilibrada.
Aunque lo cierto es que el 52,17% de los padres castellanoleoneses reconoce costarles que sus hijos cenen verdura. De hecho, un56% procura incluirla en el menú de forma divertida para que se acostumbren. Mientras que solo un 11,5% aduce falta de recursos e inspiración para hacerles cambiar de opinión.