En vísperas de los primeros trayectos largos de la operación salida de vacaciones, la Fundación VINCI Autoroutes, entidad que promueve los hábitos de conducción responsable, publica los resultados del barómetro europeo de la conducción responsable 2020.
Realizado por IPSOS, el estudio cuenta con una muestra de 12.400 personas de 11 países europeos, y pone de manifiesto la situación actual en cuanto a las conductas y mentalidades de los europeos al volante. Además, permite hacer un seguimiento de la evolución de los comportamientos de riesgo y de las buenas prácticas para contribuir a orientar lo mejor posible los mensajes de prevención en cada país.
Estados de mayor nerviosismo al volante, que provocan conductas incívicas en la carretera
El estudio refleja que el 15 % de los conductores admiten que se “convierten en otra persona” cuando están al volante y creen que se vuelven más nerviosos, impulsivos o agresivos. De hecho, el 58% de los mismos reconocen insultar a otros conductores e, incluso, el 33% ‘se pegan’ al coche con el que tienen un conflicto.
Por estos datos se entiende que el 89 % de los conductores haya confesado que alguna vez han sentido miedo ante el comportamiento agresivo de otro conductor.
Somnolencia y distracciones: prácticas peligrosas, especialmente durante los trayectos largos y con mucho tráfico
La violencia no es el único aspecto sobre el que se ha preguntado. También sobre la peligrosidad de conducir durante trayectos largos y, en ocasiones, con sueño. Así, el 41 % de los conductores dicen que les ponen muy nerviosos los trayectos largos con mucho tráfico y el 26% reconoce conducir aunque esté muy cansado.
El cansancio, de hecho, hace que el 73% aparte la mirada de la carretera durante más de dos segundo, según reconocen, mientras que el 45% admite hablar por teléfono mientras conduce utilizando un sistema Bluetooth, cuando en realidad altera tanto la atención como los demás medios de conversación.
Ese sueño hace que el 13% haya sufrido o haya estado a punto de sufrir alguna vez un accidente por dormirse al volante (o adormecerse), y un 11% utiliza el teléfono al volante.
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Respecto al uso del claxon, el 66% de los conductores confiesa que lo utiliza de cara a increpar, de forma intempestiva, a los vehículos que le irritan, y uno de cada cinco conductores llega a bajarse del vehículo para discutir con otro en el caso de conflicto. Sin embargo, sólo el 5% se considera “agresivo” al volante. Pero el 89%, eso sí, han sentido miedo ante el comportamiento agresivo de otro conductor.
Bernadette Moreau, delegada general de la Fundación VINCI Autoroutes afirma que “la tendencia de los conductores a estar distraídos cuando conducen hace que olviden las implicaciones colectivas del hecho de conducir y, por consiguiente, incluso las consecuencias de su comportamiento para los demás. En vísperas de la operación salida de vacaciones, el estrés que generan los trayectos largos con mucho tráfico -más aún en el contexto de la crisis sanitaria, que genera ansiedad de por sí- debe llevarnos a todos a conducir de forma responsable y sosegada para contribuir a la seguridad y serenidad de todos en la carretera”.
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