Muchas son las historias y leyendas que vinculan a San Antón con los animales, y de ahí que sea su patrón, con una festividad conmemorada cada año por estas fechas. Y si hay una profesión que a día de hoy se encuentra vinculada con los animales es la de los veterinarios, máxime en una provincia como Zamora, ya no solo con las mascotas, sino también con un sector primario muy amplio y con una ganadería extensiva. Y muchos son los retos que ha de afrontar la profesión en este nuevo año.
Este 2025, según señala la presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios, Elena Laguno, en declaraciones a Zamora24horas, desde la institución esperan que sea "un punto de inflexión". "Hay que cambiar el paradigma", explica. Relevo generacional en la ganadería y actualización de los sistemas de trabajo, y una compatibilización de estos hechos con la labor de los veterinarios son solo algunos de los "muchos retos" a los que ha de hacer frente el Colegio de Veterinarios y todos los profesionales.
Otro de los grandes retos de la profesión es todo lo que concierne a la Ley de Bienestar Animal 7/2023. "Los veterinarios no somos ONGs, y esa Ley es como si yo tengo una clínica y viene un voluntario con un gato callejero, y yo tengo que atenderlo a sabiendas de que no me van a pagar", comenta Laguno. Así, asegura que son muchos retos, pero Laguno insiste en que este año será un año "de cambios". Unos cambios que no dejan de ser necesarios, pues los tiempos cambian y, con ellos, las maneras de trabajar.
No obstante, es plenamente consciente de que "los jóvenes ya no buscan tanto ese sacrificio, o un equilibrio entre el placer y el sacrificio". Los veterinarios rurales son una profesión que bien podría calificarse como 'en peligro de extinción', pues las nuevas generaciones de profesionales ven una salida más apetecible, si bien no más sencilla, pero sí mejor, quizá, a largo plazo, en montar su propia clínica privada, lejos de explotaciones ganaderas en las que atender cientos de cabezas de ganado.
No obstante, Elena Laguno también es consciente de las dificultades que entrañaría ejercer como veterinario rural en algunas zonas de la provincia de Zamora. "Si vas a Porto de Sanabria, por ejemplo, es muy difícil hacer la conciliación familiar, porque estás muy lejos, y a lo mejor ni siquiera hay conexión a internet, porque hay zonas a las que no llega, entonces es muy complicado", lamenta. Pese a ello, la presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios es optimista respecto a ese cambio de paradigma y respecto a la consecución de los objetivos marcados por la institución para este nuevo año. Un año de cambios, y que a su modo de ver, marcará un antes y un después en una profesión que ha de actualizarse cada día. "Si la medicina sigue avanzando cada día, la medicina veterinaria también debe hacerlo", señala. Así, la profesión seguirá avanzando, con nuevos profesionales, nuevas maneras de trabajar y nuevos paradigmas, pero con el firme convencimiento de la importancia de labor que realizan a diario.