Celta de Vigo y Leganés se veían las caras este sábado en un duelo de nervios en la zona baja de la clasificación en Primera División. El colegiado encargado de dirigir la contienda fue Munuera Montero, del colegio andaluz. La tensión del choque hizo que el partido acabase con seis amarillas y una tarjeta roja.
La roja en el minuto 21 a Bradaric por una fuerte entrada con la plancha dejaba al equipo local con uno menos. Ya en la segunda parte, al filo de la hora de encuentro, Munuera Montero también mostraba la roja a Oscar, del Leganés, para dejar a los dos equipos con diez hombres. Pero tras revisar el VAR, Munuera cambió la roja por amarilla, lo que generó las protestas airadas de la hinchada viguesa.
Toda esa tensión vivida entre banquillos y con la consulta de VAR hizo que cobrara más protagonismo el cuarto árbitro, que era el zamorano Carlos Pérez. El colegiado zamorano se las tuvo que ver con los dos técnicos, especialmente con Óscar García del Celta de Vigo, que se dirigió a él en más de una ocasión. Luego, cuando Munuera Montero revisaba la roja del Leganés, Awaziem le pedía explicaciones al propio Carlos Pérez. Al final, el colegiado rectificó y lo dejó en amarilla.
En definitiva, partido tenso el que tuvo que pasar entre banquillos este sábado el árbitro zamorano que durante el curso dirige como colegiado principal duelos de Segunda División B.