El liderato ya es del Zamora. Es verdad que de manera virtual por el aplazamiento del duelo que debe medir a la Segoviana y a la Arandina, pero la primera posición del equipo de David Movilla es el premio a un trabajo bien hecho durante muchas jornadas de dura pugna en la zona alta de la tabla. Una pugna que se presenta apasionante y seguramente se extienda hasta final de temporada. Y los rojiblancos son líderes gracias al triunfo en Briviesca por 1-4.
Era un duelo que sobre el papel era asequible. Un equipo de play off ante un equipo de descenso se veían las caras. Pero el choque, pese al 1-4 final, tuvo momentos de todo tipo. Momentos brillantes del Zamora, de saber interpretar el juego, de buscar espacios, de acertar en los cambios de orientación y de ser efectivos. Y también momentos de saber sufrir ante un equipo que en un campo de reducidas dimensiones empujó mucho tras el descanso.
Y es que hasta el asueto el Zamora fue claramente superior. No fue un duelo de mucho juego, pero sí de intensidad, de concentración y de aprovechar los pocos huecos generados en un campo pequeño. Garban adelantaba al Zamora a los 22 minutos y solo cinco minutos después Carlos Ramos hacía el segundo. El primero llegó en una jugada ensayada de saque de banda en la que Asiel asistió de cabeza y Garban remató en el segundo palo. Mientras que el segundo llegaba tras una asistencia atrás de Dani Hernández que Carlos Ramos convertía en gol con un disparo potente desde la frontal.
Movilla había apostado por Iago en portería y Raúl Álvarez en el lateral zurdo y ambos, que estaban siendo menos protagonistas durante el año, cumplieron sobradamente. Faltaba Murci por lesión y eso hacía pensar que los de Movilla tendrían problemas en el balón aéreo. Un problema que solo quedó patente en los primeros minutos de la segunda mitad, cuando el Briviesca, con 0-2, salió a echarse arriba. Los rojiblancos perdieron un poco de intensidad y en un córner recibían el 1-2. Quedaban más de veinte minutos por delante y la incertidumbre se apoderaba de un Zamora que no era capaz de culminar en gol las peligrosas contras que generaba.
Los cambios le dieron frescura al Zamora y Carlos Ramos sacaba el partido de un aprieto con un golazo desde la frontal del área. Su disparo, colocado a la base del poste, dejaba clavado al portero y suponía el 1-3. Ahí el Zamora se envalentonó, quedaban quince minutos y los de Movilla pudieronhacer una goleada escandalosa. Pero la falta de efectividad se hizo patente en la ofensiva. Solo Dani Hernández, tras asistencia entre líneas de David, lograba perforar de nuevo la meta local para sellar el definitivo 1-4 que deja al Zamora líder, al menos, hasta este fin de semana.