Primer escollo salvado. El Zamora CF vencía este sábado en La Nueva Balastera al Numancia B y ya espera rival en la final del próximo sábado, en la que se jugará, a noventa minutos, el ascenso. Arandina o Segoviana será el rival por el ascenso.
Apostó David Movilla de inicio por un once formado por Villanueva, Parra, Coque, Raúl, Piña, Vallejo, Ramos, Juanan, Escudero, Garban y Rubiato. La ausencia de público no ayudaba a meterse del todo en el partido y la sensación inicial era la de un encuentro de entrenamiento. La responsabilidad se notaba en los dos planteles, mucho respeto y mucha precaución para no cometer errores que pudiera costar goles. Y es que en un choque a noventa minutos, a partido único, los errores cuestan la eliminación.
Fue el Zamora quien arrancó mejor de inicio. Escudero regresaba al equipo casi siete meses después y lo hacía de una manera soberbia. El atacante zamorano se mostró muy móvil durante todo el primer acto y aparecía tanto en las dos bandas como en la posición de segunda punta. Fue el mejor de los rojiblancos en el primer acto y gozó de los dos primeros acercamientos del equipo de Movilla.
No estaba siendo un choque brillante, aunque quizás nadie lo esperaba. Primer partido oficial después de cinco meses sin jugar y mucho en juego. Ninguno de los dos equipos cuidaba la posesión en exceso, aunque era el Zamora quien más se acercaba a la portería rival. Ese control se extendía hasta minutos antes del parón para refrescarse, cuando el Numancia B empezó a crecer en el partido. Los sorianos, por cierto, contaron con todo su arsenal para el choque, incluidos los jugadores que habitualmente están en dinámica de primer equipo.
El parón para refrescarse dejó un partido loco. Se adelantaba el Numancia B en el minuto 37 con un libre directo de Ekiza que se coló por la escuadra de la meta de Villanueva. Era un mazazo para un Zamora que era el segundo tiro que recibía en todo el partido. Pero la respuesta no pudo ser mejor. Esa diana espoleó a los de Movilla y en apenas tres minutos le dieron la vuelta al partido.
Primero un gol de Escudero en el 38 y después un tanto de Carlos Ramos en el 41, a pase de Escudero, le daban la vuelta al choque para alegría del banquillo rojiblanco y ante la incredulidad soriana. Con ese 2-1 se llegaba al tiempo de descanso. Tras el paso por vestuarios, Movilla movió rápido el banquillo. Dani Hernández y Guille Perero le dieron velocidad y verticalidad al juego. Poco después Sergio García y Valentín también le aportaban refresco a la escuadra rojiblanca.
Los rojiblancos cuajaron un buena segunda parte, ajustando algunos puntos que flaquearon en el primer acto y dejando inédito arriba al Numancia B durante toda la segunda mitad. El Zamora estaba cómodo, hacia posesiones largas y tuvo la sentencia en varias contras que no terminaron con buenos últimos pases o definiciones. El Numancia B intentaba responder pero no le daba para alcanzar el nivel competitivo de un Zamora que fue netamente superior en esa segunda entrega del choque.
El 2-1, y dado que al Zamora le valía el empate, permitió que los rojiblancos vivieran sin agobios los últimos minutos, dando entrada Movilla a Rasines en los últimos instantes para proteger a Coque de una posible segunda tarjeta amarilla. Con el pitido final, decepción en el Numancia B y gestos de tranquilidad en un Zamora que sabe que aunque el primer paso está dado, todavía queda lo más difícil.