El Zamora CF quiere hacer el Ruta de la Plata un fortín. Se le ha tachado al Zamora de ser un equipo muy frágil defensivamente, pero la situación ha dado un vuelco. Las 2.055 almas presentes en el Ruta no tuvieron uñas para morderse porque el duelo fue para corazones fuertes. Los rojiblancos asestaron con dos goles en la primera parte, pero les tocó ponerse el mono de trabajo en la segunda para resistir las embestidas de un Andorra que nunca se dio por vencido. Pletórico en defensa para achicar agua, los pupilos de Juan Sabas se aplicaron en tareas defensivas para secar a un Andorra sobrado de calidad con Peña, Manu Nieto o Josep Cerdá, entre otros. Dos victorias y un empate en tres partidos que sacan del pozo a los rojiblancos, confirmando su buen estado de forma. Atrás quedaron las dudas. Ahora es tiempo de presumir.
El Zamora CF saltaba con la novedad de Clavería en la sala de maquinas en detrimento de Gorjón. No tardaron en desenfundarse las espadas. Tresaco profundizó por el costado izquierdo, pero su pase atrás lo acabó cazando Manu Nieto. El delantero cabalgó y en un mal repliegue rojiblanco, la pelota cayó a Luismi. No se había cumplido ni el primer minuto de juego y Fermín ya tuvo que intervenir para desviar el disparo.
Replicó el Zamora a balón parado. Carlos Ramos tiene un guante en su pie derecho. El zamorano puso un pase medido al área encontrando la testa de Pito Camacho, pero el remate acabó desviado. Fue el primer ‘uy’ de la grada. No bajó el ritmo, el Andorra circuló el balón con fluidez, con un Manu Nieto sobrado de calidad técnica. En defensa el Zamora sufrió para cerrar los espacios. Rufo Lucero bajó para sumar un hombre más en tareas defensivas, mientras el Andorra insistía en filtrar los balones entre la tela de araña tejida por los rojiblancos.
Cerca estaba de cumplirse los primeros 20 minutos del encuentro cuando Carlos Ramos sacó a relucir su espectacular golpeo desde el córner. El balón se paseó por el área y cayó en botas de Kike Marquéz, pero su tiro de vaselina acabó por encima del travesaño. Volaba el Andorra cuando cogía el balón. Lo hizo Manu Nieto, un dolor de cabeza capaz de sacudirse de la presión de la zaga rojiblanca. Pero llegaron dos minutos mágicos para el Zamora, dos minutos letales en el que se destapó toda la magia. Era el minuto 25 y Rufo Lucero metió un pase al área, Kike Máquez se adelantó a la defensa y batió a Oier Olazabal. 1-0 y a seguir disfrutando porque acto seguido fue Campabadal el que metió el balón al área para que Rufo Lucero firmara el 2-0. Brillante el pibe argentino con un gol y una asistencia.
Inyección de adrenalina para el Zamora que se encontró cómodo con su presión elevada y rápido en ataque frente un Andorra que vio como su planteamiento se hizo añicos. Álvaro Peña pudo reducir distancias con un latigazo que Fermín desvió con una estirada felina, pero el Zamora quería más, se había quedado con hambre. Pudo abrir mayor brecha Kike Márques, pero no conectó el primer remate tras un a falta botada de Carlos Ramos y en su sugunda intentona, se topó con Oier Olazabal.
El paso por los vestuarios le sentó bien a un Andorra más incisivo. Lo intentó Álvaro Peña, pero quien más estuvo cerca de poner el 2-1 fue Álvaro Martín después de marear a la defensa local en el área. El Zamora resistía como podía para achicar agua. Excepcional el trabajo de Bolo y Carlos Ramos para sofocar el fuego. Tresaco ponía velocidad en ataque, pero para contener el ímpetu andorrano era necesario mantener el balón en los pies. La amenaza tricolor no cesó. Fermín entró en escena para atajar el disparo de Josep Cerdá y el cabezazo de Trigueros. Había nervios. Clavería se tiró con todo para bloquear el disparo de Clemente mientras el Zamora seguía conteniendo la respiración.
Sabas introdujo tres cambios de una tacada. Al verde Luis Rivas, Castañeda y Gorjón en detrimento de Pito Camacho, Rufo Lucero y Clavería. El Zamora se reactivó de inmediato. Primero José Carlos y luego Caspañeda pudieron firmar el 3-0. Espadas por todo lo alto. El trabajo defensivo de los rojiblancos era de sobresaliente. Todos a una para agarrar los tres puntos. De hecho, Joel Priego pudo sentenciar después de un magnifico pase de Luis Rivas, pero el extremo no definió bien en el mano a mano y el balón impactó en el larguero. Los minutos fueron pasando y el torreón rojiblanco fue incapaz de derrumbarse. Segunda victoria consecutiva en casa y a encarar la semana con alegía.
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