El Zamora mantiene el liderato tras disputar dos de los tres partidos comprometidos que tenía antes del descanso obligado por el número impar de equipos que disputan la categoría. Todavía le queda viajar a Soria. Visita a Astorga, triunfo. Visita del Real Ávila al Ruta de la Plata, triunfo. Seis de seis en esta parte dura del calendario, y 19 de 21 en las siete jornadas disputadas hasta la fecha.
Solamente ante el Burgos Promesas, metido también en play off, los de David Movilla dejaron marchar dos puntos. Un inicio, por tanto, pletórico, de un conjunto rojiblanco que no solo juega y gana ante los equipos que teóricamente estarán abajo, sino también a los planteles que, sobre el papel, pugnarán por entrar en play off.
Este domingo, ante el Real Ávila, el Zamora volvió a lograr lo que lleva consiguiendo casi todas las jornadas, hacer que el rival muestre su peor versión. En este caso, la escuadra encarnada, que llegaba a Zamora con bajas relevantes como Garretas, Diego Ortiz o Rubén Ramiro, entre otras, ofreció una versión muy alejada de lo que se espera de ella. Únicamente dos disparos entre los tres palos durante los noventa minutos.
El primero de ellos, no obstante, se coló en la meta local. Contra de manual tras un córner del Zamora, De Mesa sirve a Rubo y el ariete bate a Villanueva. Era el minuto 7 de duelo y pese a que los locales empezaron bien, con un mano a mano de Escudero que sacó el meta visitante, se encontraban con este mazazo. Pero el buen inicio del Zamora siguió traduciéndose pese a ir por detrás en el marcador.
Era la primera vez que los rojiblancos iban por detrás en el luminoso en la presente temporada y la respuesta no pudo ser más rápida. Apenas ocho minutos después, Rubiato recogía un balón dentro del área y batía de tiro cruzado al portero. Los pupilos de David Movilla, que repitió alineación con respecto al domingo anterior en Astorga, cuajaron una primera parte muy completa, sin apenas conceder en defensa, salvo en un fallo en la entrega de Juanan que acabó en una parada de Villanueva a tiro de Moreira, y con mucha presencia arriba.
Esa superioridad manifiesta se transformaba en el segundo tanto del Zamora. Jugada elaborada del equipo rojiblanco, apertura a banda derecha, centro abajo de Dani Hernández y remate de primeras de Escudero a la escuadra. Ese 2-1 dio paso a una segunda parte en la que la superioridad del Zamora fue abrumadora. El Real Ávila apenas pasaba del centro del campo y los rojiblancos desplegaban todo su potencial.
Rubiato volvía a marcar a los quince minutos tras asistencia de Escudero. Disparo seco, raso, a la cepa del palo largo. No reaccionó el Ávila, que se encontraba inoperante ante una escuadra local tremendamente sólida en defensa y con mucho juego y desborde del centro del campo hacia adelante. Dani Hernández erró otro mano a mano en una acción en la que el meta estuvo otra vez estelar, Rubiato pidió un penalti que parecía claro y Piña remató dos veces de cabeza en las que el arquero blocó el cuero.
Ya en el tramo final, Vallejo cerraba la goleada con el cuarto tanto, en un remate de cabeza tras centro lateral. Un 4-1 que mantiene al Zamora líder tras siete jornadas disputadas y destilando unas sensaciones muy positivas de una escuadra rojiblanca que sigue pulverizando los ya de por sí buenos números de la temporada pasada.