Se alzaba el telón de la Primera Federación en el Ruta de la Plata y lo hacía con un atractivo duelo, al menos sobre el papel. Dos de los equipos que hace escasos meses estuvieron en Extremadura para luchar por el ascenso a la Liga SmartBank, Zamora y Bilbao Athletic, se veían las caras en un choque de nivel. Bien es cierto que los dos equipos venían de sensaciones opuestas en pretemporada, con el Zamora muy lejos de su nivel y el conjunto vasco habiendo firmado una preparación mucho más esperanzadora.
Pero una cosa es la pretemporada y otra la liga. Y por eso, la puesta en escena no fue la esperada por sensaciones de preparación. Y es que el Zamora cuajó unos primeros veinte minutos muy buenos, para las alturas a las que se encuentra el curso. Movilla apostó por Jonmi en portería, línea de cuatro en defensa con Parra, Piña, Xisco y Jon Rojo en defensa, Astray, Carlos Ramos, Javi Navas y Dani Hernández en la medular, y una doble punta con Coscia y Baselga.
En esos primeros veinte minutos el Zamora fue mejor que su rival, con dos disparos de Javi Navas que no terminaron en gol por muy poco. Pero a partir del ecuador del primer acto, el Bilbao Athletic cogió la manija del duelo, monopolizó la posesión y empezó a ser más reconocible en su juego. Eso sí, no gozó de ocasiones claras de gol, ya que cada aproximación moría antes del último remate gracias a la seguridad aportada por Jonmi en portería o de algún zaguero que aparecía in extremis.
En el tramo final de la primera parte, el Zamora tuvo la ocasión más clara del encuentro. Un saque de esquina de Carlos Ramos se quedaba muerto en el punto de penalti y Baselga remataba con todo. Con el potero batido, y cuando el cuero se colaba, un defensor taponaba ese balón a córner. El descanso llegaba con empate a cero y con la sensación de que el Athletic estaba varios peldaños por encima del Zamora en conceptos de juego y en calidad, pero que los rojiblancos habían tenido los disparos más claros.
Empezaba la segunda parte sin cambios y con el Zamora recuperando buenas sensaciones de inicio. Astray tuvo la ocasión más clara en un córner que remato arriba pese a estar solo en la frontal del área pequeño. El empate a cero no era mal resultado y el duelo estaba siendo entretenido. Pero entonces apareció el error grosero de la tarde. Astray perdía la pelota, Diarra recuperaba y Serrano remachaba a gol.
Lejos de venirse abajo, el Zamora se enrabietó. Los cambios de Movilla ayudaron al equipo con un Julián Luque que demostró que en este equipo debe ser titular siempre. Ofreció dinamismo, control en la medular, pases y visión de juego. Los rojiblancos empezaron a ser un torrente arriba. Dos cabezazos de Diego Hernández se marcharon fuera por poco, un tiro de Kepa lo repelió el meta y un remate de Piña en la última acción del partido la despejó a córner un defensor sobre la línea.
En ese tramo final, el colegiado terminó de desquiciar al respetable. El trencilla permitió las pérdidas de tiempo del Bilbao Athletic, expulsó al preparador físico del Zamora y obvió dos posibles penaltis, uno por manos de un defensor vasco y otro por una patada. La grada subía su nivel de enfado con el árbitro. Un enfado que culminó cuando el colegiado pitó el final cuando el Zamora iba a sacar un córner.
El enfado fue tal, que las protestas de Diego Hernández acabaron en la expulsión del delantero salmantino del Zamora. Al final, derrota de un Zamora que no mereció, ya que fue mejor que su rival y gozó de más ocasiones, pero que regaló los primeros puntos del curso con un error grosero en una mala salida de balón.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios