Vuelta a casa y regreso a los resultados confortables. El Zamora acumula ya diez jornadas consecutivas ganando como local y sin encajar una sola diana en esos diez duelos al calor del Ruta de la Plata. Este domingo afrontaba un choque más relevante si cabe porque lo hacía después de sufrir la primera derrota de la temporada a domicilio. El 2-1 de Astorga había generado cierto halo de dudas en el entorno del club, pero la realidad es que el Zamora volvió a ser un equipo fiable ante un rival de la zona media de la clasificación.
Parecía una semana propicia para los tres primeros clasificados con partidos asequibles sobre el papel. Pero solo el Zamora fue capaz de ganar. Y lo hizo con rotundidad en el resultado y sin necesitar hacer un juego brillante. El equipo de David Movilla dominó el partido durante la primera media hora de la primera mitad y durante todo el segundo acto.
Fue un dominio basado en la sobriedad. En cuanto perdió esa intensidad, el Almazán se encargó de demostrar que tenía jugadores de calidad para generar dos o tres ocasiones de gol que afortunadamente no rompieron el récord del Zamora en casa que ya se alarga por diez partidos consecutivos sin encajar. Fue además un duelo que sirvió para ver el rendimiento de Coque de lateral derecho, donde cumplió sin apuros, un encuentro completo a Raúl Álvarez en la zurda y la segunda suplencia consecutiva de Sergio García.
El balón parado volvió a ser clave. Tres de los cuatro goles llegaron así. Asiel hacía el primero pasado el minuto 10 tras un córner botado por Carlos Ramos. Murci ponía el segundo a los diez minutos de la segunda parte tras recoger su propio fallo de un penalti. Y David Álvarez hacía el tercero después de otra jugada a balón parado. Saque de banda de Carlos Ramos, peinada a la corta de Asiel y remate en el corazón del área de David Álvarez.
Además, el duelo tuvo un cuarto y emotivo tanto. Javi Rodríguez, que lleva dos temporadas muy duras con las lesiones y sumaba ya más de un año y medio sin marcar, ponía el definitivo 4-0 con un bonito zurdazo raso tras gran jugada de Sergio García. Un gol emotivo y que servía para cerrar un duelo cómodo que permite al Zamora acercarse a un punto del líder, la Arandina.