Mala tarde del Zamora juvenil que terminó pagando caer al perder por un claro 0-3 ante la Veguellina. Los rojiblancos no llegaron a encontrar en ningún momento su lugar en el terreno de juego y no supieron adaptarse al fútbol incómodo e intenso practicado por los leoneses.
Desde los primeros instantes se vio que no iba a ser una tarde plácida para los pupilos de Manuel Álvarez. La Veguellina, a base de juego directo, vertical y mucha intensidad se hizo dueño de la contienda. Cada balón dividido caía siempre del lado visitante ante un Zamora que se mostraba nervioso con el balón e incapaz de defender con solvencia.
La primera parte finalizaba con empate a cero en el marcador, aunque la Veguellina disfrutó de hasta cuatro ocasiones claras de gol ante el meta local. Pese a todo, el Zamora lograba mantener las tablas y capeaba ligeramente el temporal. El paso por vestuario hizo mejorar ligeramente al Zamora, pero el espejismo duró apenas diez minutos. El tiempo que tardó la Veguellina en volver a captar la forma de jugarle al equipo rojiblanco.
Los leoneses fueron creciendo de nuevo y en el ecuador del partido lograba abrir el marcador con una diana de Valderrey. A partir de ahí, el Zamora se deshizo y la Veguellina notó que su rival se desquebrajaba. En los siguientes diez minutos, dos goles más ponían el 3-0, que a la postre sería definitivo. Restaban quince minutos para el final y esos últimos instantes solo sirvieron para ver a un Zamora herido en su orgullo que no fue capaz siquiera de estrenar su casillero de tantos. Al final, una derrota que deja a los zamoranos un poco más lejos de las primeras posiciones de la tabla.