El Zamora saca otra batalla adelante. Se acaban los calificativos para definir la racha imperial que acumula un equipo rojiblanco que lleva diecinueve victorias seguidas y ha sumado 61 de 63 puntos posibles. Ahora sí se puede decir que la escuadra de Movilla acumula una vuelta íntegra con victorias, ya que el único equipo capaz de arañarle un empate este curso era precisamente el que visitaba este domingo el Ruta de la Plata.
El Burgos Promesas comparecía en el Ruta de la Plata con grandes números. Números ensombrecidos por la brutalidad de racha del Zamora, pero que cualquier otra temporada le ayudarían a estar en el liderato o mucho más cerca de lo que está esta campaña. Sin ir más lejos, el año pasado por estas fechas, el Zamora tenía dos puntos más de los que tiene a día de hoy el cuadro castellano.
Se veían por tanto las caras dos transatlánticos del campeonato. Una victoria del Zamora le permitía abrir una brecha de trece puntos con el segundo, y con un duelo menos, mientras que una derrota minimizaba la ventaja a los siete puntos. El partido tenía olor a choque de play off. Dos equipos sólidos, solidarios en el esfuerzo, muy férreos en defensa, enormemente trabajados tácticamente y con recursos técnicos sobrados.
El Zamora así lo afrontó y Movilla tuvo claro cómo usar la pizarra. 4-1-3-2 en ataque con la defensa habitual de Parra, Piña, Asiel, Coque, con Juanan por delante, un tridente en la medular con Garban, Vallejo y Carlos Ramos, y dos delanteros arriba, distintos pero complementarios: Rubiato y Sergio García. En esa primera parte hubo dos jugadores que hubo que sacrificar para que el plan saliera bien. Carlos Ramos y Garban tuvieron que realizar un esfuerzo brutal para poder aprovechar espacios en zonas vacías que dejaba el Burgos Promesas.
Fue una primera parte de desgaste. Ambos equipos se exigían. Hubo ocasiones, pero la exigencia física fue tremenda. El Zamora gozó de tres llegadas. La más clara una de Rubiato, en la que el portero le derribó fuera del área y se llevó el castigo de la amarilla, y una doble de Garban y Sergio García; el primero se encontraba con una mano salvadora del meta y el segundo con el palo. Por su parte, el Burgos Promesas se encontraba con el palo en un centro chut que se envenenó.
Tras el descanso, y con 0-0 en el marcador, Movilla puso en marcha la segunda parte del plan. Retiró a Carlos Ramos y a Garban, que se desgastaron para desgastar al rival, y sacó en su lugar a Perero y Dani. Perero volvió a ser un puñal en el costado diestro y Dani forzó la falta del gol en el flanco zurdo. Esa falta, a la hora de partido, la puso el propio Dani en la cabeza de Piña para que el central peinara lejos del alcance del arquero. Era el 1-0 y el Zamora estaba cuajando sus mejores minutos.
Era un Zamora coral, que jugaba en bloque, con la idea clara y sin salirse del guion, metiendo al rival en su campo. Pudo el Zamora matar el choque, pero al no hacerlo, el Burgos Promesas se estiró. Barahona tuvo dos remates de cabeza que no entraron por poco, y Caramelo ensayó un disparo que detuvo Jon. Fue lo más claro de un Promesas que tuvo que rendirse a la evidencia.
Fue una presa más de un Zamora imparable que ya aventaja en trece puntos al segundo. El próximo duelo, la visita al Real Burgos.
El Zamora gana al Burgos Promesas siendo una ‘Piña’ y es más líder
La escuadra rojiblanca consiguió tres puntos de oro ante el segundo clasificado, el Burgos Promesas, en un duelo muy táctico, igualado e intenso en donde los zamoranos fueron un plantel muy sólido y solidario, con un trabajo de grupo enorme. El solitario tanto de Piña en un remate de cabeza tras el saque de una falta en el minuto 61 le valió al equipo de Movilla para tumbar a otro de los cocos del grupo. Los zamoranos aventajan en 13 puntos al segundo.
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