Los zamoranos entraron al duelo de manera muy atrevida, sin descaro alguno y mostrando que no tienen problema ninguno en enfrentarse al rival que sea. Cuarenta y cinco primeros minutos en los que Lluís no tuvo demasiado trabajo. La defensa visitante se mostró muy segura en el Municipal de Guijuelo, dejando pocos espacios y demostrando su fortaleza. En la salida de balón, Perrini dejó patente que puede aportar grandes cosas a su entrenador. El exfutbolista chacinero sub23 apoyaba, junto a Juanan, a la zaga a la hora de sacar el balón en corto. Además, dejó varias llegadas de peligro al área charra en un duelo que le sirvió para mostrar sus credenciales de cara a quedarse definitivamente en el Zamora, pues como ya informó Zamora24horas el jugador se encuentra a prueba.
La primera ocasión clara llegó de la mano del uruguayo, quien al borde del primer cuarto de hora remató un córner molestándose con un compañero y dejando el balón muerto en las inmediaciones de Vallejo. Cinco minutos después, Coque centró desde la banda izquierda, Iván Pérez despejó mal y el peligro empezaba a olerse por parte local.
El Zamora presionaba la salida de balón del Guijuelo, impidiendo a los chacineros salir jugando desde atrás. Buena prueba de ello fue la ocasión de Emeka, que recuperó el esférico en el centro del campo, corrió hacia portería rival pero la ocasión se quedó en nada por su tardanza en disparar en lugar de abrir el balón a alguno de los dos compañeros que le acompañaban en ambas bandas.
Con el Zamora dominando el choque, Movilla decidió dar entrada a Valentín por Sergio García a la media hora, siendo el primero de los dos cambios del primer tiempo. El paso de los minutos mostró a un Guijuelo que se destapaba los miedos y daba cada vez más pasos hacia delante en busca de generar peligro. Así llegó la ocasión de Carmona. El futbolista recibió un balón en largo al borde de la frontal y con un fino giro sobre sí mismo entró en el área de Lluís, quien ya se veía solo ante el peligro pero que contó con la intervención de Piña que quitó el esférico a Carmona en el último suspiro. Carmona volvió a tener otra oportunidad para anotar el primer gol del partido, pero tras realizar la diagonal y colocarse en la frontal su disparo se marchó muy desviado.
Así se llegó al descanso, con un correcalles sobre el césped, debido a las dificultades para elaborar largas jugadas, para delicia de los aficionados, un Guijuelo desmelenándose cada vez más y un Zamora que continuaba plantando cara y llegando con facilidad a campo contrario.
A los tres minutos de la reanudación, Agudo decantó la balanza. El futbolista local remató un centro desde la banda izquierda, Rodao despejó, el esférico quedó suelto y el propio Agudo consiguió meter el pie para mandarlo al fondo de la red. Ahí parecía terminarse un partido marcado por la falta de combustible a estas alturas de julio.
Tras este traspié el Zamora lo intentó de todas las maneras posibles, pero el Guijuelo, con más rodaje, demostró su categoría y comenzó a dominar a un conjunto visitante que cada vez estaba más enclaustrado en su campo.
Agudo y Carmona fueron quienes más peligro generaron para los del Municipal, pero cuando parecía que el Zamora se iba a ir con buen sabor de boca de cara gracias a verse de tú a tú durante un largo periodo de tiempo ante un Segunda ‘B’ como el Guijuelo, apareció Dani Hernández en el 83’.
Tras conseguir rascar una falta cerca del área, Dani Hernández se colocó para probar a Vallejo desde una posición centrada. El futbolista zamorano conectó un derechazo que se coló por la escuadra de un guardameta que poco pudo hacer ante un lanzamiento bien colocado y con gran potencia. Un gol que significó el definitivo 1-1 y la confirmación de las buenas sensaciones para ambos conjuntos.
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