La XLI edición del Trofeo Diputación se celebró este lunes en el pabellón Ángel Nieto de Zamora con el partido entre el CB Zamora y los veteranos del Real Madrid. Además, la entrada tuvo el coste de un euro, el cual se destinó íntegramente a la Asociación Zamorana Contra el Cáncer.
Los blancos llegaban con jugadores como Nacho Corbalán, Álex Luyk, Vicente Paniagua, Juan Jiménez o Andrés Valdivieso con la misión de dar espectáculo. Y cumplieron con lo esperado. Al descanso el marcador reflejaba un 52-46 para el cuadro zamorano, el cual disfrutaba en el parqué de su casa ante unos merengues que se lo tomaban más en serio de lo que alguno se podía imaginar antes de empezar.
Sin embargo, el gran protagonista de la tarde fue Fernando Romay desde el banquillo. El gallego, actuando como entrenador, gritaba a los suyos y protestaba al colegiado en cada ocasión que podía, acaparando la atención de los asistentes, así como sus risas y sus aplausos.
Tras el descanso el público reclamó a Romay que saltase a la pista con los cánticos de ‘Que juegue Romay’, pero hizo oídos sordos y siguió mandando desde su asiento.
Por su parte, los zamoranos también contaron con algunos antiguos exjugadores, quienes demostraron que a pesar de la edad mantenían afinada la muñeca. Samar se convirtió en el mago de la pista, realizando pases largos y tratando de realizar alley-oops con sus compañeros, aunque sin demasiada fortuna.
Finalmente los locales lograron vencer por 99-78 en un encuentro donde también se entregaron presentes Diputación, CB Zamora y Real Madrid. Tarde de espectáculo y de pasión por el baloncesto en un Ángel Nieto que se volcó para ver jugar a los suyos y a antiguos jugadores del máximo nivel del baloncesto español.
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