Visitaba el Zamora CF el Nuevo Vivero con la urgencia de ganar para que las posiciones de permanencia no se fueran a más de un encuentro de distancia. No parecía el mejor rival posible, dado el poderoso potencial del plantel pacense, más allá de los problemas extradeportivos que atraviesa la entidad. Yago Iglesias tan solo hacía dos cambios con respecto al duelo ante el Sanse, dándole su primera titularidad a Pau Torres en la meta, en detrimento de Jon Villanueva, y sacando en el eje de la zaga a Xisco Campos, por el sancionado Cordero. A partir de ahí, mismos laterales, idéntica sala de máquinas, los extremos habilidosos y Losada en punta.
Los primeros minutos fueron de igualdad. Ambos contendientes se medían y parecía que trataban de conocer las intenciones del rival para hacer daño. Tras esos compases iniciales fue el Zamora quien tomó el mando. El trivote colocado por Yago Iglesias gobernaba el duelo, mantenía la posesión y abría a bandas, con Kepa algo más conectado que Yanis. No obstante, como ya ocurriera siete días atrás, a los rojiblancos les faltaba profundidad, un último pase que convirtiera esa posesión en llegadas con peligro.
Pasada la media hora de juego, el CD Badajoz empezó a conectar más con el cuero ante un Zamora que pareció acusar el esfuerzo físico realizado durante ese tramo de contienda. Los pacenses comenzaban a aparecer, principalmente con entradas rápidas por la bandas. Era un duelo con escasas ocasiones y por tanto era necesario acertar en las pocas acciones que ambos conjuntos tuvieran arriba. Pero ambos fallaron.
Primero la tuvo Jorge Fernández. El jugador rojiblanco se quedó solo delante del meta pacense, pero se escoró demasiado y su tiro cruzado lo detuvo el arquero. Ocasión clara al limbo. Tuvo dos el Badajoz. La primera de ellas en un pase de la muerte que desvió Xisco Campos y se paseó por la línea de gol, y la segunda en el último minuto del primer acto en un centro lateral raso de Zelu al que no llegó, por muy poco, Clemente a portería vacía, en boca de gol.
Con ese empate a cero se llegaba al descanso. No movió el banquillo Yago Iglesias. La salida fue imperial del CD Badajoz. La escuadra pacense salió a no especular, a tener la posesión y a meter al Zamora en su arco. Los rojiblancos eran incapaces de trenzar jugadas ante un oponente que tenía la posesión, que entraba por las bandas, que buscaba centros y que ponía cerco a la portería de Pau Torres. Eso sí, el Badajoz no terminaba muchas jugadas, salvo en un remate de cabeza de Gorka dentro del área que fue a las manos de Pau y un disparo del propio Gorka desde la frontal que también frenó el meta del Zamora.
Los minutos pasaban, el Badajoz no desistía y el Zamora aguantaba como podía ante un rival superior. La escuadra de Yago Iglesias trataba de cazar alguna contra, pero era incapaz de salir de la presión alta fijada por el conjunto local. Los entrenadores movían los banquillos y con la entrada de refresco la escuadra pacense ganó en verticalidad por las bandas, con aire renovado. Los zamoranos seguían imprecisos y sin poder pasar con claridad del centro del campo.
En los últimos minutos Losada tuvo un remate de cabeza en un centro lateral de Baselga que mandó a córner un defensor, en la única acción relativamente clara del Zamora en la ofensiva. Pardo lo intentó con un disparo desde la frontal, pero Pau, muy seguro, repelió el tiro. Con el marcador inicial, el 0-0, llegaba el final del duelo. Un empate bueno para el Zamora por el campo complicado que siempre es el Nuevo Vivero, pero escaso para lo que necesitan los rojiblancos. Además, los rojiblancos suman ya seis partidos seguidos sin marcar. La sequía sigue siendo una rémora.