Francisco Javier Páez, presidente del Zamora CF, ha realizado declaraciones sobre la situación económica y administrativa que ha afectado al club en las últimas semanas. Según Páez, el club ha sido protagonista de hechos que lo han afectado considerablemente, pero quiso transmitir tranquilidad y agradecimiento a quienes han comprendido la situación.
El club estuvo "totalmente a la deriva durante tres semanas, sin ingresos ni gastos", según Páez. Aclaró que el 7 de octubre se levantó un bloqueo que impedía operar con normalidad. El grupo Páez, propietario del Zamora, ha asumido diversas obligaciones económicas que no podían postergarse. "No hemos querido alarmar en su día porque podía afectar la buena dinámica deportiva", comentó el presidente, evitando así generar preocupaciones innecesarias.
Páez también se refirió a los problemas relacionados con Aldama, aclarando que el afectado es el grupo Páez, y que "no nos vamos a meter en esos temas". Además, subrayó que el dueño legítimo del club es el Grupo Páez, y que tras algunas correcciones judiciales, ahora "podemos operar sin ningún problema".
Estas declaraciones también están dirigidas a los proveedores del club, quienes podrían haberse sentido alarmados por la paralización de las cuentas, lo que afectó tanto a los ingresos como a las obligaciones financieras, incluyendo los pagos a proveedores y jugadores.
Páez destacó también el apoyo de Caja Rural, señalando que, al adquirir un club, "cambias tus cuentas y puedes mover el dinero como quieras", aunque en este caso, siempre contaron con la colaboración y agilidad de la entidad bancaria. Con la situación estabilizada, el club ya trabaja para resolver los asuntos pendientes.
El presidente ha señalado que aún quedan pendientes pagos a algunos jugadores, y que en las próximas semanas el club deberá afrontar compromisos como los plazos de Seguridad Social, IRPF e IVA. En sus declaraciones, Páez subrayó que las instituciones "no entienden de plazos", lo que ha obligado al club a adelantar una cantidad considerable de dinero.
El presidente también reflexionó sobre la compra del Zamora CF, recordando que "sabíamos a quién le comprábamos". Incluso, en el momento de la adquisición, el notario felicitó a su padre por la valentía de comprar el club, no por la persona vendedora, sino por la compleja situación en la que se encontraba la entidad. Páez comparó la compra con una herencia: "heredas para lo bueno y para lo malo".
A pesar de las dificultades, Páez afirmó que no hay lugar para el arrepentimiento: "Arrepentirnos, no. No sirve de nada", y aseguró que desde el momento en que adquirieron el club, "pusimos el motor en marcha", dejando claro que en ningún momento se van a arrepentir de la decisión tomada.