David Movilla analizaba este jueves el duelo que su equipo tendrá que afrontar el fin de semana ante el Valladolid Promesas. Un duelo que se disputará el domingo a partir de las 18.00 horas y al que los zamoranos se presentan con siete bajas confirmadas por lesión y cinco jugadores muy ‘tocados’ que “en otras circunstancias serían baja”, tal y como reconocía David Movilla en la rueda de prensa.
Ante tanta lesión, y a sabiendas de que David Movilla no cree en la suerte, cuestionado sobre la plaga de lesiones graves que está teniendo este año el equipo, explicaba: “Hacemos autocritica. No es azar, todo tiene explicación. Otra cosa es que las lesiones lleguen hasta en los mejores clubes del mundo, que cuentan con los mejores medios. Porque nadie es ajeno a las lesiones. Me han dicho esta mañana que el Real Madrid lleva más de cincuenta lesiones esta temporada. La verdad que no lo sé, pero sería un dato abrumador. Nosotros hacemos un análisis y una reflexión por cada una de las lesiones, pero de momento no hemos encontrado un patrón común”, reconocía.
Tras eso, relataba las diferentes circunstancias de las lesiones de los jugadores:
Asiel (rotura del tendón de Aquiles). Venía de una lesión importante en el peroné y todavía tenía una leve cojera. Identificábamos que podía tener un riesgo, no una lesión de esa índole, pero sí alguna sobrecarga.
Coque (rotura del tendón de Aquiles). La temporada pasada se había tratado ya de esa zona y la exigencia esta temporada ha sido mayor. También ocurrió en Salamanca, lugar que para él era muy especial, y quizás tenía unos niveles de cortisol más elevados en ese escenario. Pero es una zona en la que ya tuvo molestias años atrás.
Juanan y Vallejo (rotura del cruzado). Son situaciones similares en cuanto a que son acciones del juego. En el caso de Vallejo golpe con un rival y le arrastra en una acción fortuita del juego, y algo parecido le pasó a Juanan.
Adri Herrera (desgarro del menisco). Tuvo alguna molestia durante la semana y tal vez debíamos haber sido más precavidos. Estaba en un buen momento, él quiso jugar, no vimos que el riesgo pudiera ser tan alto. Es posible que viniera de esas molestias.
Astray (rotura de la fascia). Esa lesión es muy extraña. Es la primera vez que la veo en muchos años. De hecho hay especialistas que no ven ninguna en toda su carrera. No podemos identificar de dónde puede venir, pero seguramente tenga que operarse.
Abel Conejo (esguince de grado 3). Fue una acción del juego contra el Compostela. Tuvo que jugar cojo los últimos minutos y quizás eso agravó el problema, pero quería seguir para no dejar al equipo con uno menos.
Mapisa (rotura muscular). Es una situación que viene desde Salamanca. Parecía recuperado pero le exigimos esfuerzos mayores de los habituales sumando minutos de jugador ante la Cultural y tenía ese riesgo. No obstante es una lesión de poca duración.
Delmonte (bursitis). El hecho de no parar y seguir jugando hace que la lesión no pueda recuperarse.
Guille Perero y Piña (sobrecargas). Queremos cuidarles para que lleguen al partido de este domingo. Son típicas dolencias de estas alturas de temporada.
Dani Hernández (problemas en el tobillo). También necesita reposo, pero no lo tiene, por eso lo sigue arrastrando.
Tras este repaso, agregaba: “Por tanto, no terminamos de ver un patrón fijo, porque son jugadores que han llegado hace años, otros esta temporada, otros en invierno… Si fuera siempre una zona determinada, siempre tras un entrenamiento determinado o algo así, habría patrones. Pero no los hay”.
Por último, reconocía que, al igual que al año pasado, el equipo está sorteando bien las lesiones musculares. Este año, Ángel Romero tuvo una distensión, y Sergio y Mapisa también sufrieron lesiones de este tipo. “En las lesiones musculares sí tienen mucha incidencia la carga de la semana, la planificación y la prevención, aunque esto también trabajamos prevención para evitar otro tipo de lesiones. Nunca lo había vivido. Miramos hacia dentro para ver qué podemos hacer, pero cuesta identificar algunas lesiones que pueden ser anómalas, como la de Astray. Cuesta aceptarlo y es un dolor enorme por ver a jugadores en esa situación y cómo les impide que puedan seguir desarrollando lo que más les gusta, más allá de lo que condiciona el día a día. Estamos identificando muchos elementos que todavía me hacen estar más orgulloso. Tenemos jugadores que en esas condiciones hacen lo que haga falta”, zanjaba.