Con el apoyo de medio centenar de aficionados zamoranos que se desplazaron este domingo hasta Logroño, las jugadoras de Eloy Doce afrontaban frente a Campus Promete una final. Una final que de ganarla, serviría para dar un paso de gigante para conseguir el objetivo de la permanencia.
El primer cuarto era el preludio de un partido intenso e igualado en el que los dos conjuntos sabían lo que se jugaban y las locales dominaban el marcador al cabo de los primeros diez minutos de juego (17-13).
En el segundo cuarto, las zamoranas apretaron en defensa y lograban irse al descanso 32-36, una renta corta pero que cargaba de moral al Zamarat para afrontar la segunda parte. Una segunda parte que se dividiría de nuevo en dos.
Las zamoranas en el tercer cuarto conseguían aguantar el ritmo en defensa y mantener la ventaja entre los cuatro y los ocho puntos de diferencia. Pero en el último cuarto, donde más estaba fallando el equipo zamorano en las últimas jornadas, los fantasmas hicieron amago de volver.
La renta era de cuatro puntos y las locales hacían el amago de remontada cuando se lograban poner a tan solo un punto. Pero los fantasmas desaparecieron, y el Zamarat consiguió hacerse fuerte para no dejar escapar la victoria que les acerca a la permanencia.