Vuelta al ruedo, el CB Zamora regresa al parqué después del parón FIBA. Un parón que le ha llegado bien a los blanquiazules. Unos días de desconexión, de frescura, de oxigenar la cabeza y de coger aire porque los de Saulo Hernández estaban atravesando un momento delicado en la competición. Cuatro derrotas en los últimos cuatro partidos. Esto tiene un ‘pero’ y es que estas derrotas han llegado ante equipos con mayor peso económico con jugadores excepcionales (Obradoiro, Fuenlabrada, San Pablo Burgos y Estudiantes).
Este domingo (17:00 horas Pabellón Pedro Ferrándiz), el CB Zamora regresa a la competición para enfrentarse al HLA Alicante, un equipo que no conoce la victoria y se hunde en los puestos bajos de la clasificación. Con todo, el CB Zamora debe rehacerse, reaccionar y mostrar la versión que se vio en los primeros encuentros de la temporada.
El calendario es menos exigente en lo que se refiere a los rivales. Sin embargo, un pequeño resbalón puede dejar tocado a unos blanquiazules cuyo colchón de puntos les deja en 12º posición, aunque con los mismos puntos que el Grupo Alega Cantabria, que es quien marca los puestos de descenso.
Los de Saulo deben tener en cuenta que no pueden dejar escapar a su rival en el marcador. Remar a contracorriente no es positivo y es lo que los blanquiazules han hecho en los últimos compromisos. Ser más certeros, afinar la puntería y ganar en confianza para no fallar canastas fáciles. Nikic debe olvidarse de todo lo acontecido en estos meses y confiar en su figura para sumar en ele quipo. El pívot, cuya mente le está jugando una mala pasada por la presión añadida, quiere, pero no está desplegando su mejor baloncesto. Además, la defensa debe ajustarse para que el rival de los blanquiazules no vea aro de forma tan fluida para ello hay que exigir al adversario, cerrar huecos y ser intensos y agresivos sin que a final del partido escase la gasolina.