El Zamora CF no ha querido hacer nada diferente a cualquier otro partido de liga y por eso ha tratado de mantener las rutinas y el plan de viaje que suele realizar. Así, a primera hora de la mañana, jugadores y cuerpo técnico quedaban el estadio Ruta de la Plata para realizar la última sesión de entrenamiento de la semana. Después de eso, ducha y autobús para viajar hasta Almendralejo.
Tras cuatro horas de viaje, el equipo llegaba al hotel de concentración de la localidad extremeña. Pese a que los autobuses de los aficionados no habían llegado todavía, sí que decenas de zamoranos paseaban ya por los aledaños del estadio, matando los nervios antes del duelo. Fueron esos hinchas que estaban cerca del campo los que recibieron al Zamora CF a su llegada al hotel de concentración.
Los jugadores bajaban del autobús a cuenta gotas y los aficionados iban animando uno a uno a todos los futbolistas que enfilaban el acceso al hotel para comer. Después de la comida, siesta y preparativos para acudir al estadio en torno a las siete de la tarde.