Los rojiblancos recibían este sábado al Racing Cuéllar en un encuentro que se presumía difícil. Además, Alberto Grande contaba con las bajas de Ito, Ángel Sánchez y de Eric Tabares. La falta de acierto volvió a lastrar a los zamoranos.
El Fútbol Sala Zamora sufrió la primera derrota como local en esta temporada. Y eso que salió en tromba y pasó por encima de los cuellaranos en los primeros compases de partido. Apenas había arrancado el duelo cuando Adrián Pelayo interceptó una salida de balón y obligó al meta visitante a despejar a córner. Acto seguido, Nacor remataba al palo en el segundo palo y Samu Martínez envió arriba un disparo desde dentro del área.
En el deporte quien perdona lo acaba pagando. Y la máxima se cumplió a los siete minutos de encuentro, cuando Corrus se plantaba ante Javi Santos y batía al arquero por abajo. No sentó bien el gol a los pupilos de Alberto Grande, que vieron cómo la madera primero y una mano salvadora de Santos evitaban que el partido se pusiese muy cuesta arriba.
Tras la reanudación, el Fútbol Sala Zamora intentó subir el ritmo, pero a los dos minutos fue Vallejo el que amplió distancias al finalizar una jugada de estrategia. A partir de ahí, el partido se redujo a una imperial defensa segoviana que impedía a los rojiblancos crear esa oportunidad les metiese en el encuentro. Ante la incapacidad de reducir distancias, Alberto Grande se la jugó con portero-jugador y Joselu acertó a rematar una jugada larga para devolver la fe.
Poco duró la alegría. El Racing Cuéllar seguía con gasolina y el gol que sentenciase el duelo de manera definitiva. Lo encontró en las botas de Aarón cuando restaban 3 minutos para la conclusión del partido. Otra vez la muralla visitante impedía las ocasiones y cuando por fin se encontró el espacio, el poste se cebó con Joselu para consumar la primera derrota del Fútbol Sala Zamora en el Municipal de Corrales del Vino.
Varapalo del FS Zamora en casa
Los rojiblancos caían por 1-3 en Corrales ante el Cuéllar.
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