Unionistas completa un nuevo capítulo en su historia. En tan solo cuatro temporadas, los blanquinegros ya han logrado también el campeonato en el grupo octavo de la Tercera División y participarán, por primera vez, en la Copa del Rey. La victoria por 1-5 en Becerril le da acceso a jugarse el ascenso a Segunda B en tan solo dos partidos.
El técnico blanquinegro Astu colocó una novedad por línea respecto al envite en Burgos. Antonio, Arroyo y Abad fueron de la partida.
Y Unionistas salió arrollador. Con el impetú de un campeón. En cinco minutos solventó el envite. En el tres, un ‘caramelo’ de Jorge Alonso lo mandó Diego Abad de cabeza a la red. La afición, que estuvo de sobresaliente, explotó de júbilo. Y no tardó en volverlo a hacer. En el minuto cinco, una falta desde la derecha la puso Gallego en la escuadra del meta palentina para establecer el 0-2.
Pero no quedó ahí el hambre de Unionistas. Antes del cuarto de hora, un centro desde la línea de fondo de Gallego lo cortó un defensa, cuando Abad se preparaba para el tercero, y Mito empaló desde la frontal. Ligeramente alto.
Llegó con una jugada de estrategia. Cristo saca el córner a la frontal y Jorge Alonso empala la pelota al fondo de las mallas. Partido sentenciado con media hora.
Pudo hacer el cuarto Unionistas con un desmarque de ruptura de De la Nava que puso el balón a Abad, pero se le quedó a atrás y el chut lo acabó atrapando el portero palentino.
Solo un par de pérdidas antes del descanso en el centro del campo, de Arroyo y Jorge Alonso, hicieron que el Becerril merodease el área de Molina.
Astu comenzó a mover el equipo en el inicio de la segunda parte. Chuchi y Manjón por Jorge Alonso y De la Nava. Tiempo para dar descanso a las piernas en busca de un playoff intenso.
Unionistas monopolizó el balón, lo llevó de un lado a otro y gozó todavía de varias ocasiones. Cristo se topó con un rival tras un excelente regate; Mito, con el portero; pero Isaac no falló. El navarro aprovechó un taconazo de Carlos López para poner el balón en la escuadra.
Los locales no se quisieron marchar sin marcar y, a ocho para el final, Crespo superó a Molina en un balón suelto en el área. Pero, un minuto después, Cristo mandaba a la red el 1-5 definitivo.