El Zamora CF arranca este lunes su última semana de pretemporada. Los pupilos de David Movilla inician a las siete de la tarde en los anexos del Ruta de la Plata una semana que les llevará a completar seis sesiones de campo, además de dos encuentros amistosos. Dos duelos que se disputarán el jueves ante el Palencia Cristo Atlético y el viernes frente al Burgos Promesas, ambos a domicilio.
Será, por tanto, una nueva semana de mucha carga física con la programación de esos dos duelos amistosos de forma consecutiva, ambos a las siete de la tarde. A partir de ese duelo en Burgos, la plantilla descansará sábado y domingo y afrontará la primera semana de competición que desembocará en el primer duelo liguero ante uno de los grandes favoritos del grupo, el Bilbao Athletic, en el estadio municipal Ruta de la Plata.
De esta forma, David Movilla tiene dos semanas para perfilar lo máximo posible un plantel que está muy lejos de alcanzar un nivel óptimo para el arranque liguero, como se ha visto en los encuentros de preparación disputados hasta ahora. Eso sí, estos duelos ya han dejado las primeras cosas positivas como son las buenas sensaciones que han destilado jugadores como Jon Mikel, Jon Rojo, Julián Luque, Losada o Jorge Fernández, en relación a las nuevas incorporaciones. También destacada está siendo la participación del juvenil Óscar Martín, que ha causado una grata impresión en el entorno del primer equipo.
La parte negativa es el amplio número de lesiones que se están arrastrando durante este periodo de preparación. Futbolistas como Garay, Dieguito, Munguía, Dani Hernández, Baqué, Juanan o Espejo no pudieron estar disponibles en el último amistoso. De ellos, parece que salvo contratiempo, únicamente podrían incorporarse en breve Garay, Dieguito y Baqué.
La situación de Munguía y de Espejo está pendiente de pruebas, aunque las perspectivas no son halagüeñas. Mientras que a Juanan todavía le quedan varias semanas para alcanzar su mejor nivel y la rodilla de Dani Hernández sigue siendo una incógnita de cara al inicio liguero.
En definitiva, mucho trabajo por delante para David Movilla y poco tiempo para que arranque una temporada cargada de ilusión y enormemente exigente.