El fútbol sala regresaba al Ángel Nieto y lo hacía con la primera jornada liguera del campeonato en Segunda División B. El FS Zamora Recoletas recibía a Ventorrillo, un conjunto que este año navegará, teóricamente, por la zona media de la clasificación y que contaba con ex futbolistas del FS Zamora como Moreira o Matos.
Fue un duelo más típico de pretemporada que de campaña regular. Un fútsal muy errático, con muchas imprecisiones, pocas jugadas trenzadas y escasa fluidez. Las ocasiones de unos y otros llegaban principalmente de errores ajenos que de virtudes propias del juego.
Los de Alberto Grande se pusieron por delante a los siete minutos con una diana de Alvarito. Ese tanto vino bien a los rojiblancos, que jugaron minutos de cierta tranquilidad. Pero en un despiste defensivo, un saque de esquina de los gallegos al segundo palo se convertía en el empate a una diana.
Los zamoranos sufrían en defensa pero la solvencia y la experiencia de Javi Santos mantenía a los locales con vida. Una vida que se demostró en la última acción del primer acto, con un córner ejecutado por los de Alberto Grande y un remate de Dani al segundo palo.
Tras el paso por vestuarios se vio la mejor versión del Recoletas. Rápidas recuperaciones, mucho uno contra uno y tres ocasiones muy claras que podían haber dado un poco de aire a los locales. Pero ese dominio de salida no se tradujo en ocasiones y la igualdad volvió al control de un partido que marchaba 2-1.
Javi Santos en portería se hacía enorme, Josico se erigía en el líder del equipo, Montoya destilaba desborde en cada acción y Eric derrochaba talento en cada lance. Los minutos pasaban y el marcador no se movía. A falta de cinco minutos Ventorrillo apostó por el portero jugador y tuvo un par de acciones claras ante una defensa descolocada del FS Zamora que todavía debe mejorar en esa faceta. Pero los gallegos no pudieron derribar el muro de Javi Santos y el duelo finalizó con un 2-1 que permite a los zamoranos sumar tres puntos de oro en una temporada en la que habrá que sufrir.