Un torneo veraniego para el disfrute de chicos de 11 a 15 años concluía ayer domingo de la peor forma posible en la localidad zamorana de Corrales del Vino. De nuevo la violencia en el fútbol, en esta ocasión fútbol sala entre niños, ha empañado este deporte y ha dejado imágenes lamentables.
Los hechos ocurrían en una final de la primera edición de este torneo, cuando el equipo visitante iba ganando 2-0 en el marcador. Poco después del segundo gol hubo una disputa entre dos jugadores, cada uno de un equipo, y fue en ese momento cuando el entrenador del equipo local salió a la pista hacia uno de los niños del equipo visitante y le propinó un empujón.
A partir de ese momento se desató el caos en el pabellón de Corrales, aficionados y familiares de los dos equipos saltaron de la grada a la pista y protagonizaron riñas, insultos y amenazas, empañando así la entrega de trofeos de la primera edición de este torneo con unos hechos deleznables.
La Guardia Civil se personó en el lugar de los hechos con varias patrullas, si bien a su llegada ya no fue necesaria su intervención debido a que la 'tangana' ya había concluido.
Por su parte, según la versión del Ayuntamiento de Corrales del Vino, "en ningún momento el entrenador local empujo a nadie, se desplazó a la banda a decirle al jugador que llevaba varios golpes fuertes a los niños en este y varios partidos que dejara de hacer eso y en ese momento que el entrenador estaba hablando saltaron los padres del equipo rival al campo a meterse en algo que no deberían que es deportivo, son los equipos entrenadores y árbitros los que están en el campo de juego, el resto los de las gradas no deberíamos meternos en nada. Y ahí empezo todo que en dos segundos se solucionó separando todo el mundo y con coherencia".