Los zamoranos que se acercaron al Ruta de la Plata buscaban disfrutar de su equipo frente al Racing de Ferrol, pero en los primeros cuarenta y cinco minutos no se encontraron con lo que más deseaban en la última tarde de enero.
Los dos equipos se mostraron mucho respeto desde el pitido inicial, aunque el duelo no dejó grandes ocasiones y la afición terminó pidiendo aplaudiendo a los suyos y protestando al colegiado a partes iguales. Si bien el Zamora Club de Fútbol pasó un buen tramo del primer tiempo en campo rival, una serie faltas no pitadas y fueras de juego que la afición no consideró como tal encendieron a los seguidores.
Sobre el terreno de juego Pedro Astray tuvo un remate de cabeza al cuarto de hora que fue la mejor incursión local, mientras que los gallegos tuvieron el 0-1 en una falta lanzada en la frontal por Diego Seoane que Mapisa se encargó de parar con una buena estirada abajo en su palo izquierdo. Sin embargo, la afición cargó contra el colegiado cuando señaló el final de la primera parte, especialmente por un golpe que recibió Guille Perero dentro del área y que no pitó para desgracia de los rojiblancos. Poco juego, sin nadie controlando en exceso sobre el terreno de juego, pero con varias polémicas que fueron las protagonistas.
No obstante, la afición se levantó de sus asientos para disfrutar de lo mejor del fútbol en el minuto tres del segundo tiempo. Coque recogió un balón en la banda izquierda, colgó el esférico al primer palo para que Adri Herrera la peinase y firmase el 1-0 en un cabezazo que se coló por el segundo palo para sorprender a Diego Rivas. Un tanto que levantó al Ruta de la Plata, conscientes de la importancia de un gol que mantiene a su equipo en la segunda posición.
Astray trató de repetir la misma jugada con un centro para Adri Herrera pocos minutos después, pero en esta ocasión la suerte no apareció. El Zamora Club de Fútbol aumentó la presión ante un Racing de Ferrol noqueado por el gol y que trastabilló sus planes, dejando fuera al cuadro gallego durante los minutos posteriores.
Los ánimos del equipo departamental volvieron a crecer y el equipo volvió a intimidar a la defensa rojiblanca. Además, los contratiempos llegaron al banquillo local con el cambio obligado cerca del minuto 70 de un Adri Herrera que se marchó con lágrimas en los ojos y que despertó todas las alarmas, dando entrada al recién llegado Coscia.
Las malas noticias terminaron llegando a falta de un cuarto de hora, cuando los seguidores ya se veían más cerca de los ansiados tres puntos. Jon García se encontró con un balón muerto en el primer palo en un córner sacado por Pumar, pudiendo rematar ante un Mapisa que no pudo hacer nada. Un jarro de agua fría que rompió las expectativas de los aficionados.
Movilla movió ficha dando entrada al lateral Dani Hernández por un Coque que sufrió en exceso a Juan Peñaloza. Cambio de piezas con el que trató de dar mayor seguridad defensiva para frenar a un extremo que fue el mayor peligro visitante desde su entrada. Pero los minutos finales no cambiaron un choque donde el Zamora sumó un punto en una tarde donde demostró buen juego e hizo disfrutar a los suyos.
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